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Un francés se confiesa autor del asesinato de nueve mujeres

Encontrados los restos de dos víctimas en una finca del presunto criminal

Michel Fourniret, un francés de 62 años con aspecto de profesor tranquilo, se ha confesado autor de los asesinatos de nueve chicas, cometidos en Francia y Bélgica entre 1987 y 2001. Él mismo señaló que había enterrado los cuerpos de dos de ellas en una finca de su propiedad, situada en un pueblo recóndito de la región de las Ardenas. Tras nueve horas de excavaciones, anoche fueron encontrados los restos de una niña de 12 años y una mujer de 22 en ese lugar, a tres metros de profundidad.

La existencia del presunto asesino fue revelada por su esposa, Monique Olivier. El lunes pasado, esta mujer de 55 años hizo una declaración completa a la policía belga sobre los crímenes cometidos por su marido. Dijo que se vio impulsada a ello por el caso del pederasta Marc Dutroux, cuya mujer ha sido condenada a 30 años de prisión. Quizá por aquello de "cuando las barbas de tu vecino veas pelar...", la esposa del francés describió los crímenes con pelos y señales, atribuyéndose a sí misma el papel de mero cómplice.

Primer hallazgo tangible: los restos de un botín de piezas de oro, por un valor aproximado de 25.000 euros. La parte ya gastada habría servido para comprar la finca de las Ardenas. El presunto asesino había pasado una temporada de cárcel en Francia como culpable de una violación, donde conoció a un delincuente, Jean-Pierre Hellegouarch, al que pertenecía el dinero. Al salir de la cárcel, el que hasta entonces era un violador prosiguió su carrera criminal, matando a la mujer de su ex compañero de prisión para quedarse con el botín.

La prensa belga afirma que ese dinero procede del "tesoro de guerra" del grupo terrorista Acción Directa; sin embargo, esa información no ha sido confirmada por las autoridades francesas. Acción Directa fue un grupo activo a finales de los años setenta y gran parte de los ochenta, en Francia y en otros países europeos.

A partir del hallazgo del oro, las autoridades se tomaron muy en serio el resto de la denuncia. Michel Fourniret estaba detenido en Bélgica por intento de secuestro de una chica de 14 años -que, afortunadamente, pudo escaparse para contarlo-. La policía le interrogó por los secuestros, violación y muerte de las otras muchachas y acabó reconociéndolo. Algunas de las chicas eran tan jóvenes que no le entendían cuando les decía que quería relaciones sexuales con ellas.

Cooperación judicial

La conmoción provocada ha puesto las pilas a la cooperación judicial europea. Las autoridades belgas "prestaron" rápidamente al presunto asesino a los franceses, que le llevaron a la finca donde se buscó ayer a las víctimas, con un fiscal belga a pie de obra, al lado de un colega francés.

Tales demostraciones de cooperación pretenden calmar la polémica sobre el increíble recorrido realizado por el presunto asesino, que actuó en lugares muy diferentes de Francia entre 1987 y 2001, sin ser relacionado nunca con tales muertes. La policía belga le había arrestado solamente por el intento de secuestro y tampoco tenía noticia de los monstruosos antecedentes que adornaban a este producto de la Francia profunda, hasta la denuncia de su esposa.

Sin conexión con este caso, también ayer fue encontrado el cadáver de una adolescente de 15 años, desaparecida hace una semana en la región de Alsacia. Tres días antes se había descubierto el cuerpo de otra muchachada asesinada en la misma región, apenas a una decena de kilómetros de distancia.

Michel Fourniret, durante la búsqueda de cuerpos en Donchery.
Michel Fourniret, durante la búsqueda de cuerpos en Donchery.EFE

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