Obras de la discordia

Torremolinos, como la mayoría de los municipios turísticos de la Costa del Sol, sufre desde hace muchos años la falta de plazas de aparcamiento. Como en otras localidades costeras, el Ayuntamiento de Torremolinos, gobernado por el popular Pedro Fernández Montes, decidió combatir este molesto problema ampliando las zonas azules de pago y acometiendo la construcción de dos grandes aparcamientos subterráneos, que dotarán al municipio de 1.300 nuevas plazas. Sin embargo, lo que prometía ser una solución de consenso entre todos los grupos municipales, e incluso entre los vecinos de estas zonas, ha derivado en un enfrentamiento. Retrasos en su ejecución, incumplimientos en materia de seguridad, tala de árboles protegidos y los graves perjuicios económicos que han sufrido los comerciantes son los principales argumentos que el PSOE y algunos vecinos esgrimen. La portavoz socialista en el Ayuntamiento, Montserrat Reyes, afirma que ningún partido niega la necesidad de que se construyan estos dos aparcamientos, aunque apunta una serie de irregularidades que han convertido estas obras en objeto de discordia desde que se comenzó a construir el primer aparcamiento en 2001 en la Avenida Carlota Alessandri, zona de la movida y una arteria vital para el tráfico. "Las obras en Carlota Alessandri llevan un año y medio de retraso en su finalización. La avenida lleva cortada casi tres años, lo que ha provocado el cierre de casi todos los comercios de la zona, con la consiguiente pérdida de empleos", explica Reyes. "Peor es la gestión que el equipo de gobierno está realizando en la Plaza de Andalucía, donde las obras del aparcamiento han generado una evidente crisis económica del comercio", añade la portavoz socialista. Este aparcamiento, que se sitúa justo al lado de la principal vía comercial de Torremolinos, la calle San Miguel, comenzó a construirse en octubre de 2002 "y aún hoy sigue siendo un gran agujero al aire libre", explica Reyes. "El plazo de ejecución de las obras se fijó en 18 meses, pero la primera empresa adjudicataria, Parkigran, se comprometió a terminarlas en 14 meses. Tres meses después de expirar el plazo fijado, sólo se ha ejecutado el 32% del presupuesto, fijado en casi 7 millones de euros", indica Reyes. La portavoz socialista denuncia que las obras han sido traspasadas a otra empresa debido a la incapacidad de la primera adjudicataria para finalizarlas.

El alcalde de Torremolinos, Pedro Fernández Montes, considera que las críticas y denuncias realizadas por los socialistas sólo obedecen a un objetivo: sacar tajada política de unas obras que son necesarias y de las molestias y perjuicios que hayan podido sufrir los vecinos y comerciantes de ambas zonas. "Estas dos obras eran muy necesarias para el municipio, que se hallaba estrangulado por el tráfico, y responden al Plan Estratégico Comercial que se puso en marcha para evitar que las zonas comerciales languidecieran", explica Fernández Montes, quien afirma que el Ayuntamiento ha sabido gestionar perfectamente ambas obras. "Se han invertido cerca de 18 millones de euros con un coste cero para el Ayuntamiento, ya que se ha concedido la explotación de ambos aparcamientos por un plazo de 50 años", afirma. En cuanto al retraso en la finalización de las obras, Fernández Montes achaca este incumplimiento a las "lluvias" caídas durante el invierno y la primavera y a la dificultad de las mismas. "La Plaza de Andalucía se reabrirá parcialmente este verano para uso peatonal", asegura el alcalde, que tiene pensado estudiar "caso por caso" las posibles indemnizaciones que percibirán los comerciantes. "Las quejas de los vecinos y comerciantes han sido relativas y en muchos casos se han producido porque les han calentado. Han llegado a decir que los pisos de la Plaza de Andalucía se iban a caer a causa de la obra", explica. Fernández Montes asegura que para mediados de este mes, la Avenida Carlota Alessandri volverá a estar abierta.

La portavoz socialista discrepa del método escogido por el alcalde para paliar los efectos de las obras. "Unos días antes de las pasadas elecciones municipales, en el Pleno Extraordinario del Ayuntamiento se aprobaron medidas de tipo fiscal, como fueron la subvención a los negocios afectados para el ejercicio de 2003 en el IBI, Vado, IAE y Tasa de Basura, medidas que consideramos insuficientes para paliar las pérdidas sufridas por los comerciantes, que en muchos casos son superiores al 100% del volumen de negocio habitual", indica Reyes, que aboga por la creación de una mesa municipal integrada por todas las fuerzas políticas "para analizar y evaluar las dimensiones de la crisis" y para conseguir que distintas administraciones concedan ayudas a los comerciantes "tales como subvenciones, moratorias en el pago de los impuestos o tributos a la Seguridad Social".