La prensa mundial agota los elogios a Rehhagel y sus jugadores
"Créanselo, señoras y señores, es viernes y nuestra Grecia, nuestra selección esta en la final de la Eurocopa. No es un cuento; parece increíble, pero es la pura verdad". Habían pasado tan sólo unas horas desde que la selección griega rubricara la página mas dorada de su historia al plantarse, inopinadamente, en la final de mañana frente a Portugal y media Grecia seguía aún en una nube, estupefacta ante lo que, unánimemente, se ha dado en calificar de "proeza nacional". El país entero lo había celebrado como nunca, hasta altas horas de la madrugada, con la bandera nacional ondeando en cada rincón y el himno resonando en cada esquina y, sin embargo, los griegos no alcanzaban a creer del todo que los festejos y la gloria no eran parte de un sueño, de un cuento cuyo final feliz esta aún por escribir, sino de la más hermosa realidad.
"¡Bravo, chicos! Nuestra selección consiguió el milagro", saludaba el diario Kathimerini. "Nuestra selección, en el Olimpo del fútbol", señalaba Eleftherotypia. "Hasta los dioses enloquecieron", aseguraba Ethnos. "Los piratas de Iberia", decía el deportivo Sport Time. Los adjetivos se habían agotado hace apenas una semana, cuando Grecia protagonizó su primera gran hazaña al derrotar a Francia, la actual campeona, y colarse en la semifinal, de modo que ayer todo sonaba a redundancia. "Grecia en los cielos", "el sueño continua", "el gol del dios Dellas", pregonaban los diferentes canales de televisión que, durante todo el día, emitieron programas especiales, coparon sus noticiarios con el histórico éxito de la selección.
No fueron los únicos. La proeza de los chicos de Rehhagel sobrepasó las fronteras nacionales y fue celebrada con el mismo entusiasmo por las colonias de emigrantes griegos en Australia, Estados Unidos o Alemania. "Otto, sálvanos", rogaba el diario alemán Bild Zeitung al técnico germano de la selección griega, tras el fracaso de su selección en este campeonato. "Enhorabuena, vecinos", titulaba el rotativo turco Hurriet, olvidando rivalidades ancestrales. "Magna Grecia. Dellas, el gol de plata vale oro para Grecia", apuntaba el Corriere della Sera, mientras el francés L'Equipe calificaba a los griegos de "heroicos". "Increíble, realmente increíble", resumía el diario ingles The Guardian.
La histórica victoria supuso, además, un récord de audiencia para los dos canales estatales griegos que retransmitieron simultáneamente el partido -entre los dos, acumularon un 90% de cuota de pantalla en el momento que Dellas marcó- y para los vendedores de banderas que estos días hacen su agosto y cuyas existencias están a punto de agotarse.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.