CEAR se querella contra los marinos acusados de tirar al mar a 4 polizones

La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) ha remitido al Juzgado de Instrucción número 1 de Ribeira (A Coruña) una querella criminal contra cuatro oficiales y un tripulante del buque panameño Wisteria, acusados de abandonar en el mar a cuatro polizones africanos. Esta organización no gubernamental pretende que se vuelva a llamar a declarar a los cinco imputados y que se ordene el ingreso en prisión de dos de ellos, el capitán y el primer oficial, ambos de nacionalidad surcoreana.

Los dos están ya en el extranjero después de que la titular del juzgado, Yolanda Rodríguez, les devolviese los pasaportes y decretase su libertad alegando que los tribunales españoles no tienen jurisdicción sobre el caso.

Los cuatro polizones fueron abandonados el pasado 23 de abril, un día después de que el buque zarpase del puerto de Dakar (Senegal) con un cargamento de atún para fábricas de conservas gallegas, en una zona próxima a la costa que no se ha podido identificar y que se supone en aguas jurisdiccionales de Mauritania o Marruecos.

Como los hechos fueron cometidos en un país extranjero y ninguno de los implicados es español, la juez, después de un informe de la fiscalía, retiró los cargos contra los detenidos, a quienes se había acusado en un primer momento de un delito de homicidio. Las conclusiones de la fiscal de Santiago Cristina Margalet apuntan a que en España sólo se pueden juzgar delitos perpetrados fuera de su territorio en casos excepcionales como "traición, rebelión contra el titular de la Corona, genocidio o terrorismo".

Convenio contra piratería

CEAR, sin embargo, entiende que España podría juzgar los hechos apelando al convenio internacional sobre la piratería suscrito en 1982 en Montego Bay (Jamaica). Javier Galparsoro, abogado de CEAR, subraya que entre los considerados actos de piratería figura la violencia ejercida contra los tripulantes y pasajeros de cualquier buque.

Por eso, la ONG reclama que el juzgado de Instrucción de Ribeira se inhiba del caso y lo traspase a la Audiencia Nacional. La organización no gubernamental ya había intentado personarse en el caso nada más conocerse la denuncia de un tripulante del Wisteria contra sus oficiales, formulada cuando el barco atracó en el puerto de Ribeira. Pero los juzgados de la localidad coruñesa denegaron a CEAR la posibilidad de ejercer la acusación, a no ser que presentase una querella criminal y depositase una fianza.

La querella pide que se encarcele al capitán, Cho Che Joo, de 55 años, y al primer oficial, Han Seong Hwan, de 53, ambos surcoreanos. Pero aún en el caso de que se aceptasen las diligencias reclamadas por CEAR, parece muy difícil que la justicia española pueda ahora obligarles a comparecer.

Ambos, en compañía de otro oficial, salieron a toda prisa de España el pasado lunes, una vez que se retiraron los cargos contra ellos y se les devolvió los pasaportes. Cuando declaró en el juzgado, se aceptó que el capitán no hiciese constar otro domicilio que el de "barco Wisteria, puerto de Ribeira".