Siete años después

La composición del ciclo Zayin (siete en hebreo) abarca desde 1983 a 1997. Consta de cuatro tríos, dos cuartetos y un espectacular solo de violín, a los que se añade una pequeña propina en trío de unos dos minutos.

En total, la obra se sitúa en algo más de una hora, representando en su conjunto la quintaesencia de la música de Francisco Guerrero en su combinación de fractales, tensiones al límite, matemáticas aplicadas y sólidas arquitecturas sonoras.

Es música pura y dura, con la peculiaridad de que cada número está dedicado a una mujer, y alcanza con el Cuarteto Arditti toda su plenitud.

Zayin se estrenó en el Teatro Central de Sevilla en 1997, siendo registrado y posteriormente emitido por Canal +, con el complemento de una conversación con el propio autor, que fallecería ese mismo año.

Después, el Centro Musical de Andalucía grabó la obra y la incorporó a su colección de discos clásicos.

El concierto de anteayer, siete años después de su estreno, y con los mismos intérpretes, tuvo como fondo plástico cuatro cuadros de considerable formato de Sean Scully, actualmente en exposición en el Centro José Guerrero, en Granada, transmitiéndose en directo por RNE-Radio Clásica y la Unión Europea de Radiodifusión. El éxito estuvo a la altura de las expectativas.

Complejidad

A la precisión constructiva de Zayin responde el Arditti con un virtuosismo interpretativo de una enorme complejidad para liberar las tensiones sonoras. Se filtran así ecos de otras composiciones de Guerrero como Ariadna o Rhea , ya desde los dos primeros tríos, conformando ese carácter de síntesis de toda la música del autor que Zayin posee.

Francisco Guerrero alcanzó con Zayin, seguramente, su obra cumbre. El paso del tiempo no hace sino confirmar su genialidad, su rigor, su desatada fantasía y su condición de obra maestra.