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Por primera vez en los últimos 20 años un anfitrión jugará la final

"Más fuerte que el Mundial"

Scolari, que renovará por dos años, considera más valioso alcanzar la final con Portugal que el título logrado al frente de Brasil en 2002

Diego Torres

Portugal alcanzó su primera final en un torneo importante y Lisboa y el país se echaron a la calle para gritar con estrépito una vez más. La ola de sentimiento patrio ya es una ola gigante y en la cresta aparece un brasileño con pinta de camionero: Luiz Felipe Scolari, el seleccionador. Siempre en el centro de la escena, chupando más cámara que Figo, Rui Costa y Deco juntos, el técnico volvió a saltar al escenario en el momento más adecuado para anunciar la renovación de su contrato con la federación portuguesa hasta 2006.

Terminó el partido y Scolari esperó a que se acumulasen los medios de información para decir: "Llegar a esta final es más fuerte que ganar el Mundial del 2002 [lo que logró al frente de Brasil]. Porque Portugal no llegó nunca a una gran final y Brasil había ganado cuatro Mundiales antes de que yo lo dirigiera. Por otra parte, tengo que decir que esta final llega en una fecha muy importante en mi vida, una fecha que me da suerte [el 4 de julio, día en el que ganó la Copa del Mundo en Tokio]. Ya hacen dos años de aquel día y ahora se repite la historia".

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"Ya saben que Gilberto Madaíl [presidente de la federación de Portugal] dijo que estábamos muy cerca de ser un matrimonio", señaló Scolari, y se quitó una alianza del dedo anular derecho. Luego anunció la renovación hasta el 2006, año en que se jugará el Mundial de Alemania.

"El partido fue muy parejo", reflexionó Scolari. "Nosotros tuvimos más oportunidades; pero somos equipos con muchas similitudes. Eso se notó sobre todo en la primera parte, donde hubo un equilibrio muy grande. El partido de hoy [por ayer] lo ganaba el que mejor actitud tuviese y eso es lo que ha ocurrido".

Clarence Seedorf, una autoridad indiscutible en el equipo de Holanda, fue uno de esos jugadores que salió de Alvalade abatido. Hablador natural y líder por vocación, Seedorf apenas pudo abrir la boca: "Hoy no ha sido nuestro día; no hay que buscar más excusas. No hablaré del árbitro porque no ha sido relevante. Portugal ha merecido pasar a la final porque ha jugado mejor".

Seedorf, como Davids, pertenece a una generación que apuntaba a glorias inauditas en el fútbol holandés. Sin embargo, ayer eran la imagen de la desolación. Una época se acababa. Seedorf, con 27 años, estaba hundido. Davids, con 31, un poco más todavía: "Este quipo tenía un potencial muy superior al que ha demostrado en este torneo; me voy muy disgustado. Yo, personalmente, he hecho buenos partidos pero hemos estado mal". Kluivert, la otra joya del Ajax de los noventa, también se retiró de Alvalade dando tumbos. "¿Qué hará si sigue Advocaat en el banquillo y cumple su contrato hasta 2006?", se le preguntó. El jugador, que tiene 27 años y no ha jugado ni un minuto en todo el torneo, sonrió y dijo: "Haré esto". Y se marchó.

Portugal jugó mejor empujada por una nación que acompañó al autobús de la selección desde la salida de la concentración de Alcochete, allende el Tajo. Los coches y los camiones se apiñaron por centenares en los costados de la autopista A1 y en el medio del río una flotilla de barquitos de pescadores esperó a su paso con banderas. "La gente nos ha ayudado mucho", reconoció Figo; "yo estoy muy emocionado porque después de 13 años de servir a mi país en la selección sin ganar un título [el único fue el del Mundial sub 20 de 1991], por fin puedo jugar otra final".

Seis años tenía entonces Cristiano Ronaldo, una de las sensaciones del torneo, que desde su juventud no disimulaba la euforia: "Tiene mucho mérito, porque hemos derrotado a un gran rival, al que pudimos marcar cinco goles".

De momento, la historia empuja a Portugal, pues cada veinte años el anfitrión ha ganado la final. Lo hizo Francia en 1984, venciendo a España en el partido definitivo, y lo había hecho la propia España en 1964, en el que fue su primer y único título.

Ronaldo se abraza con los ayudantes de Scolari mientras éste habla con Deco y Figo, tras el segundo gol portugués,
Ronaldo se abraza con los ayudantes de Scolari mientras éste habla con Deco y Figo, tras el segundo gol portugués,REUTERS

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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