Fito Páez: "Sólo escucho música que tenga más de 20 años"
El cantante argentino cierra su gira en España con conciertos en cinco ciudades
Acaba de ser padre de una niña a la que han bautizado como Margarita. El argentino Fito Páez (Rosario, 1963) suena radiante al otro lado del teléfono, mientras prepara nuevo trabajo discográfico, en el que incluirá canciones nuevas y versiones de los discos que más le han gustado a lo largo de su vida y, entre las que se incluyen temas de Jacques Brel, Dylan, Nina Simone o Charly García. El músico actúa en cinco ciudades españolas entre el 2 y el 11 de julio.
"Los artistas deben tomar las riendas y dedicarse a crecer, ser locos y atrevidos"
La llegada de su segundo vástago -adoptó un niño durante su relación con la actriz Cecilia Roth- parece haber aumentado aún más la creatividad de este artista que a los 19 años ya tocaba en el grupo El Banquete y que pasa por ser uno de los padres del rock argentino. Páez, que ya cuenta con doce discos en el mercado, cierra su gira mundial, Naturaleza sangre, en España con actuaciones en Cartagena el 2 de julio, Mallorca (día 4), Madrid (6), Barcelona (8 y 9) y Alcoy (11), pero ya ultima el que será su nuevo álbum. "Me animé a grabar sólo con el piano y la voz, pero estoy haciendo sesiones con público, unas veinte o treinta personas cada vez, porque no soy ni un técnico ni un científico y necesito tener gente a mi alrededor", aclara. Páez tiene muy claro que el hecho de enfrentarse solo con su " arma" contribuirá a dar un clima especial al disco, ya que no habrá interrupción entre lo que "emites y el oyente ".
En el estudio de Buenos Aires donde prepara la grabación del disco, Páez ensaya composiciones nuevas, como Marieta, ambientada en los años cuarenta, en el interior de Argentina y basada en una mujer que sueña con parecerse a las actrices de Hollywood y que podría muy bien ser su madre. O Mouchette, basada en una película del mismo título que de Robert Bresson, de 1966, y que le pareció tan "inquietante" que tras el visionado del filme se lanzó al piano a componer. Los nuevos temas de este artista se mezclarán con versiones de las canciones que más le han gustado. "Reunir el material fue titánico", apunta el cantante, que ha trabajado con composiciones de Caetano Veloso, Bob Dylan, Charly García, Jacques Brel o Nina Simone, entre otros. Antes de enfrentarse a un nuevo trabajo, el autor de Yo vengo a ofrecer mi corazón escucha el disco anterior para ver "el punto en que lo había dejado", pero no es muy aficionado a repasar sus creaciones más antiguas. Simplemente lo escucha "tocándolo en vivo".
Sus conciertos en directo constituyen toda una fiesta... "Una actuación es como un lugar de libertad donde celebrar y expresar algo", cuenta. Precisamente, y en el curso de la gira que está realizando actualmente, durante un concierto en Miami, se encontró con una de las cosas que más le han impactado en sus años de escenario. Cuando sonaban las primeras notas y acababan de encenderse la luces, irrumpió en el escenario un hincha del Rosario, el equipo de fútbol de Páez, y se puso a tocar el bombo hasta que tuvieron que desalojarle para que pudiera empezar.
Anécdotas aparte, para el concierto de Cartagena, donde abrirá el Festival la Mar de Músicas, que este año tiene Argentina como país invitado, Fito prepara una actuación especial, con invitados como Joaquín Sabina, Pedro Guerra y su compatriota la cantante Lilian Herrero. "Me parece muy importante que esté Sabina en ese concierto porque, junto con Serrat, son los dos músicos que mantienen un vínculo más fuerte con nuestro país", añade el artista argentino.
Páez no es de esos músicos siempre dispuestos a apuntarse el tanto de estar a la última en lo que a nuevas tendencias se refiere. "La música en el mundo no debería estar en crisis porque es el mundo el que está en crisis y son precisamente los artistas los que tienen que tomar las riendas y dedicarse a pensar, crecer y ser lo más locos y atrevidos posible", argumenta. La idea de este compositor es que frente a músicos que en otra época fueron capaces de enfrentarse al poder establecido, las nuevas hornadas "tienen cada vez más miedo". "No hay repuesto para músicos como Tom Waits, Elvis Costello, Goyeneche o The Beatles. Se escucha una música popular muy fea y, aunque soy de los que piensan que no hay que darse por vencido, he tomado la decisión de no escuchar música que no tenga más de veinte años porque no quiero perder más tiempo. Me pasa un poco lo mismo con los libros; hay cosas tan hermosas que merece la pena releerlas en vez de perder el tiempo escuchando la última rareza de las multinacionales y la MTV". Páez sostine que vivimos un momento de cierto estancamiento moral -"una ciénaga donde hay más que una vida confortable, lo que no es poco, aunque aquí en Argentina sea un logro que estamos lejos de conseguir"- que no resulta nada creativo. De España lo último que le impactó fue algo que escuchó en un tablao, las películas de Pedro Almodóvar y las canciones que le gustan de Sabina o Serrat, pero protesta porque no hay una camada "nueva, moderna, loca y atrevida".
Pese a sus reticencias en lo que a movimientos artísiticos se refiere, Páez se siente todo lo optimista que la situación permite con el proceso político por el que atraviesa su país. No comulga con ningún político, pero cree que el presidente Kirchner está tratando de afrontar una crisis de gran envergadura sin tener entre sus prioridades la de engrosar su cuenta bancaria personal y eso, dice sonriente , "ya es un paso adelante".
A Páez le resulta alentador también lo que está ocurriendo en Chile o en Brasil: "Pero habrá que ver qué ocurre con la globalización y qué se puede hacer desde aquí", añade. "Es un poco obsceno lo que pasa con Estados Unidos. Intentan decirnos que las especificidades no importan, que nos adaptemos a su lenguaje y nos enteremos mejor. Negociar con ellos es realmente difícil porque son muy brutos, si fueran inteligentes podríamos hablar y llegar a acuerdos, pero las ideas que mueven el poder son de otra naturaleza", concluye.
Babelia
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