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Reportaje:Eurocopa 2004 | El ocaso de Francia

"El final de una generación"

La prensa francesa carga contra su selección, que "ya no sabe atacar y defenderse a la vez"

Los comentarios de la prensa francesa, tras la derrota de la selección ante la griega, coinciden: "Les bleus se van [de la Eurocopa] sin jugar", dice Le Monde. Le Parisien da a la selección por "acabada". L'Equipe estima "indefendible" el fútbol desarrollado por la aún vigente campeona de Europa. Para la mayoría de los comentaristas, "las razones del desastre" son "múltiples -cansancio, errores tácticos, ausencias...-", pero todo lleva a pensar que se vive "el final de una generación". Es una hipótesis contemplada tanto por la prensa escrita como por los cronistas televisivos y radiofónicos. "Además, algunos jugadores llevan en sus piernas tantos minutos de fútbol de verdad como de fútbol para anuncios televisivos", critica un semanario.

"Algunos llevan tantos minutos de fútbol de verdad como de fútbol de anuncios televisivos"
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No lo comprendo

Le Nouvel Observateur ironiza con que los jugadores se desenvuelven a "un ritmo de senador", es decir, de gente respetable y entrada en años. Para Michel Platini, el máximo goleador francés de todos los tiempos y antiguo seleccionador, les bleus de Portugal "no han sido mejores que los de Corea y Japón. Sólo han tenido más suerte". En tierras asiáticas, Francia no ganó ningún encuentro ni marcó ningún gol.

Libération no tiene el menor reparo a la hora de nombrar los jugadores ya del pasado: Thuram, Lizarazu, Desailly, quizás Barthez y no nos atrevemos a decir Zidane". Otros añaden a Vieira, Marlet, Govou, Wiltord y Dacourt a un lote que ya no se limita a las cuestiones de edad, treintañeros, sino también al nivel de juego.

"Hacer tabla rasa" recomienda La Marsellesa. Eso es también lo que sugiere L'Equipe en su editorial. Las broncas contra el seleccionador, Jacques Santini, son mínimas. En Le Parisien le reprochan, eso sí, que, "antes de empezar el campeonato, firmase un contrato millonario con el Tottenham", inglés. Pero Santini se había labrado cierto prestigio haciendo campeón de Francia al Lyón. Su caso no es el de Aimée Jacquet, el seleccionador de 1998, que lo ganó todo porque con aquellos jugadores era difícil perder. Al conjunto de hoy le faltan "un Blanc y un Deschamps y no tiene alegría, ni ideas, ni ganas, ni talento colectivo", insiste L'Equipe.

Lo cierto es que Francia se ha empeñado en hacer jugar a dos grandes delanteros incompatibles, Henry y Trezeguet. A lo largo del torneo, cada vez que Saha ha reemplazado a Trezeguet -"demasiado calamitoso para creer que él es el único responsable"- la selección azul "recuperó tono y agresividad".

La fama, los contratos publicitarios, el peso del vestuario, el jugar en equipos prestigiosos parece haber influido a la hora de confeccionar el conjunto. Sólo eso explica, por ejemplo, que Micoud, que ha hecho ganar la Liga alemana al Werder Bremen, no encontrara un hueco, siquiera fuese como suplente de Zidane; o que Mexés, que logró que el modesto Auxerre sea un equipo poco goleado, no haya desplazado hace ya tres temporadas a un Desailly con demasiados partidos en su taxímetro.

Como Santini ya había anunciado su marcha, en Francia la guerra por la sucesión ha comenzado. Platini, siempre influyente, ya ha votado: propone a Jean Tigana, compañero de generación del equipo que maravilló en la Copa del Mundo de España 1982. Luis Fernández y Laurent Blanc también figuran en las quinielas. Pero el verdadero problema es renovar una selección que, según L'Equipe, "ya no sabe hacer dos cosas a la vez: atacar y defenderse".

Un gesto expresivo de Zidane tras la derrota frente a los griegos.
Un gesto expresivo de Zidane tras la derrota frente a los griegos.REUTERS

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