A la caza del luso
Grupos de 'hooligans' amedrentan y agreden a ciudadanos portugueses en Jersey y Norfolk mientras reina la calma en Lisboa
Los hinchas ingleses, cuyo comportamiento en Lisboa fue elogiado por la policía portuguesa tras la derrota de su selección en la tanda de penaltis ante la anfitriona, Portugal, provocaron graves incidentes en dos localidades de Inglaterra y algunos altercados de menor importancia en otros puntos del país. Los incidentes más graves se vivieron en la isla de Jersey y en la ciudad de Thetford, en el condado de Norfolk, donde la turba rodeó un local en el que los aficionados portugueses celebraban la victoria sobre Inglaterra.
En Saint Helier, la capital de Jersey, un minúsculo paraíso fiscal en el canal de la Mancha a muy pocos kilómetros de las costas de la Normandía francesa, una muchedumbre de 1.500 hinchas se concentró en una céntrica plaza para provocar a los numerosos portugueses que celebraban la victoria de su país -el 10% de la población de Jersey son lusitanos procedentes de la isla de Madeira-. La policía, que calificó los disturbios de insólitos y llegó a decir que eran "algo jamás visto aquí", utilizó equipos antidisturbios y gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes.
En Thetford, unos 50 kilómetros al suroeste de Norwich, en la costa Este de Inglaterra, un centenar de hinchas violentos rodearon el pub Red Lion, donde unos 200 portugueses, incluidos mujeres y niños, se habían reunido para ver el partido. Los enfurecidos ingleses destrozaron las ventanas del local y lanzaron latas de cerveza, botellas y monedas contra los aterrorizados portugueses, que tuvieron que aguantar dos horas de asedio.
La policía detuvo a 15 personas en Thetford, a 14 en Jersey, a siete en Boston, a 17 en la región de Hertfordshire y a dos en Liverpool, donde un joven perdió una oreja en una pelea.
La diputada por la circunscripción del suroeste de Norfolk, la conservadora Gillian Shepard, calificó los incidentes de "terribles" y se lamentó de "la mala reputación" del condado a partir del suceso.
Un portavoz de la residencia oficial del primer ministro británico, Tony Blair, dijo que éste se siente "tan desilusionado como cualquier aficionado del país". Blair, sin embargo, elogió el espíritu de equipo de laselección inglesa.
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