El seleccionador duplicado
Tommy Söderberg y Lars Lagerbäck comparten los poderes como responsables de Suecia desde la cita europea de 2000
Acosados por la prensa, presionados por el clamor popular, que, a poco que vayan mal las cosas, reclama a tal o cual jugador, los entrenadores tienden al individualismo, a plegar velas en torno a sí mismos. La Eurocopa no ha variado tales instintos, con una salvedad: Tommy Söderberg y Lars Lagerbäck, seleccionadores de Suecia, impiden que el de los técnicos sea un mundo 100% monoparental.
"Dirigir a un equipo nacional no es una empresa para un solo hombre", fueron las llamativas palabras de Lagerbäck el 1 de enero de 2000, el día que, a instancias de Söderberg -coincidieron tres años como preparadores en las categorías inferiores de la federación- fue nombrado coseleccionador.
Tan peculiar relación comenzó dos años antes, con Lagerbäck de asistente directo de Söderberg, y desde entonces, con la Eurocopa de Bélgica y Holanda y el Mundial de Japón y Corea de por medio, el dúo ha diversificado sus funciones. De hecho, recuerdan a la táctica tan conocida del poli bueno y el poli malo: mientras Söderberg - ha anunciado su retirada una vez termine el torneo- ejerce de tipo amable que va en chándal a todas partes y motiva a sus hombres mientras pelotea o corretea con ellos, Lagerbäck, licenciado en Económicas, es callado y se pasa las horas analizando al rival de turno.
Tal reparto de tareas no cosechó los resultados previstos en la anterior Eurocopa, en la que Suecia cayó eliminada a las primeras de cambio en el grupo que le emparejó con Bélgica, Turquía e Italia. La lluvia mediática de cuchillos cayó inmediatamente sobre Söderberg y Lagerbäck, que aguantaron el tipo como pudieron cumpliendo con el lema castellano del tanto monta, monta tanto. Quince meses después, los medios de comunicación reconocían sus méritos, con el pase al Mundial asiático en la mano y con los nórdicos invictos. "Tenía mis dudas, pero... ¡Aleluya!", escribió en su columna del diario Expressen el influyente periodista Matts Olson.
Los mismos alegatos de gloria se pueden leer estos días en Estocolmo, donde ya se han disipado las dudas sobre si Lagerbäck, con contrato hasta el Mundial de Alemania de 2006, asumirá sus funciones en solitario. El hombre callado ya las ha desvelado: "Mi intención es trabajar con Roland Andersson
[antiguo defensa del país escandinavo] de la misma manera que Tommy y yo lo hemos logrado hacer".
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