Beckham no aprende
El inglés hipotecó su actuación al lanzar a las nubes un penalti, el segundo que falla en el torneo
Inglaterra marcó nada más empezar el partido y de nuevo fue incapaz de defender el marcador. Portugal hizo lo mismo que Francia. Scolari le dio tantas vueltas como fue menester a la contienda hasta encontrarle remedio sin reparar en los dorsales. Retiró a Figo y remontó con los suplentes: marcaron Postiga, a centro de Simao, y, ya en la prórroga, Rui Costa. Para suerte de Inglaterra, no había gol de oro sino de plata, y pudo atrapar la tanda de penaltis en un córner, una suerte en la que se maneja especialmente bien. No le sirvió de nada. Portugal no desfalleció y remató su triunfo con un tanto de su portero Ricardo en la segunda tanda desde los once metros.
- Owen. El jugador del Liverpool estuvo espléndido en el inicio, tanto por el gol como por su capacidad para coger la espalda de la zaga. Costinha defendió mal un saque largo de James, peinó la pelota, y entre los centrales y el portero apareció Owen para darse una preciosa vuelta y sorprender a Ricardo: De espaldas, acompañó el balón en un giro abanicado y lo golpeó con la derecha, un remate magnífico, digno de un jugador rápido, listo y goleador. Después disminuyó mucho su actividad.
Scolari le dio tantas vueltas como fue menester al equipo hasta encontrarle remedio
- Rooney. Fue capaz incluso de sacarle una falta a Carvalho antes de ser sustituido por lesión. La retirada del ariete alivió a los centrales portugueses, incómodos con Rooney y Owen como pareja. Inglaterra no fue la misma sin Rooney.
- Beckham. El protagonismo del centrocampista del Madrid se reduce como volante derecho. Lanzó las faltas y los saques de esquina y descargó el juego por su flanco. No se prodigó mucho en los cambios de orientación hasta el final. Aumentó la actividad en la medida que avanzó el partido, y acabó como agitador del juego inglés, con unas diagonales preciosas, aprovechando el campo abierto de los portugueses. Lampard, un centrocampista con mucha llegada y gol, empató tras un córner botado por Beckham. El madridista hipotecó su actuación después de fallar en la tanda de penaltis. No aprende. Es la segunda pena máxima que yerra en el torneo.
- Gerard. Laboró en defensa y en ataque. En tanto que medio de contención, utilizó incluso el tackle cuando fue menester, y en posiciones de centrocampista ofensivo descargó a las bandas. Atento, se le vio interesado en leer bien el partido y con afán por corregirse después del error que propició el penalti de James a Henry y la victoria de Francia sobre Inglaterra.
- Figo. No paró hasta ser sustituido. Tiene carácter y trabaja a plena dedicación. Barrió el frente de ataque y ejerció también de media punta. Auxilió a Deco cuando el centrocampista del Oporto perdió confianza en su suerte y en la de su equipo, después del gol de Owen. Pidió la pelota y pese a que no estuvo preciso le buscó los puntos flacos al portero con los tiros libres y a los defensas con sus amagues y regates. En una decisión controvertida, Scolari le sustituyó con un cuarto de hora por jugar: en el estadio da Luz se hizo el silencio. Ocurrió, sin embargo, que su sustituto, Postiga marcó poco después el tanto del empate.
- Deco. A veces parece un jugador liviano, sin peso en el partido, y sin embargo, acompaña muy bien la jugada y tiene un pase interior muy interesante. Le faltó más presencia en los minutos en que se decidía el partido. Para intentar tener una mejor línea de pase, retrasó un poco su posición durante un rato, para nuevamente adelantarse después cuando Costinha fue sustituido y se replegó Maniche. Tomó el mando del equipo después de ser sustituido Figo y hasta que salió Rui Costa, nuevo dueño del juego. Al final acabó en el carril del 8 como falso lateral.
- Maniche. Un jugador capital para el equilibrio táctico de Portugal. La sustitución de Costinha le dejó mucho campo por cubrir y, sin embargo, no desmayó nunca. Abarcó terreno, recuperó la pelota y no se entretuvo en su entrega.
- Cristiano Ronaldo. Un extremo muy interesante. Tiene agallas y talento para desafiar a cualquier defensa. Es capaz incluso de echarse una carrera con Cole. A veces le pierde el último regate, su falta de precisión y un cierto infantilismo. A cambio, el campo se mueve a la que coge la pelota y encara al lateral, al central o al que se le pone por delante. Falló por el contrario en el remate.
- Los suplentes de Portugal. Scolari movió el banquillo y los nuevos le dieron la razón. Simao buscó el cuerpo a cuerpo y el remate, Postiga marcó el primer tanto y se atrevió a transformar un penalti a lo Panenka y Rui Costa se sacó de la manga un golazo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.