_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Fulano De Tal

Cuando Fulano De Tal se apoyó en la barra del chiringuito de la playa, no pasó desapercibido para el señor Yoleví, reconocedor de tipos de profesión, que enseguida se acercó a él y le dijo: "Oiga, le he reconocido". El señor De Tal reaccionó con cierta aprensión: "¿Sí? ¿Y cómo es posible, si yo no le he visto en mi vida?"

El señor Yoleví entornó los ojos: "Hombre, para eso me pagan. En cuanto ha entrado, he sabido que era usted". El señor Fulano De Tal replicó, bastante molesto: "Pues yo a usted no le conozco de nada". El otro insistió: "Caballero, está usted hablando con un profesional. Ni aunque se cortase la cabeza lograría engañarme. Es usted, no lo niegue".

"¡Maldito fisonomista!", exclamó el segundo, y prosiguió: "Si es verdad que me conoce, ¿puede decirme de qué?" Yoleví se limitó a responder: "De toda la vida". La afirmación cayó como un mazazo sobre el reconocido, que protestó: "Pero, ¿no puede dejar de ir por ahí reconociendo a la gente? ¿No se da cuenta de que puede molestar a alguien? ¡Ser un anónimo es un derecho! ¡Déjeme vivir! ¡Quiero ser un perfecto desconocido!"

Yoleví le dio unas palmaditas en el hombro para calmarle: "No se ponga tenso, le he dicho solamente que es usted. ¿Acaso no es cierto?" Fulano sucumbió: "Sí, es cierto, soy yo. Eso no puedo negarlo. Me ha pillado. A veces es duro de aceptar".

Tras esta reflexión sombría, Fulano De Tal plantó cara al reconocedor con energías renovadas: "A pesar de todo, ¿no se da cuenta de que estamos en verano? ¿No sabe usted que en verano hay que tomarse unas vacaciones? ¿No cree que a lo suyo se le podría tachar de exceso de celo? ¡Por estas fechas la gente empieza a relajarse! ¡Los políticos, los jueces, los futbolistas, incluso los gafes se toman unos cuantos días de fiesta! ¿No cree que, a pesar de haberme reconocido, podría haber disimulado y hacer como si no me conociese de nada?"

El otro respondió mecánicamente: "El mío, caballero, es un trabajo a tiempo total. Y debería estarme usted agradecido: que alguien le reconozca en traje de baño es un signo de distinción, casi un atributo de poder. ¡Muchos fulanos como usted desearían que alguien les reconociese de vez en cuando! Hágame caso: cuando alguien le reconozca, reaccione con espontánea simpatía, como si usted reconociese también a su reconocedor".

Fulano De Tal se rindió a la evidencia, invitó a una cerveza a su reconocedor y se marchó a continuación del chiringuito, no sin antes declarar: "Sí, sí. Ahora creo que empiezo a acordarme de usted".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_