"No me atrevería a grabar con Paco de Lucía, no estoy a su altura"

El guitarrista y cantante estadounidense George Benson está recorriendo Europa, tocando sus éxitos y el material de su disco más reciente, Irreplaceable (GRP/Universal). Su gira incluye una actuación en el Velódromo de Galapagar (Madrid), mañana, dentro del festival Galapajazz.

Pocos son los artistas que triunfan a lo grande en dos campos aparentemente incompatibles. Benson (Pittsburgh, 1943) fue popular guitarrista de jazz hasta 1976, cuando se lanzó como cantante de soul suave con Breezin. "En realidad, yo empecé como cantante, tengo discos hechos cuando todavía era menor de edad. Lo único anormal fue que el público tardó en saberlo. Quincy Jones, que es un sabio, lo dijo clarísimo: 'Yo soy un guitarrista que también canta, aunque el público masivo que me descubrió en los setenta piense justamente lo contrario".

"Te guste o no te guste Castro, debes reconocer que algunas cosas hizo bien"

Es una historia antigua y Benson ya no tiene necesidad de justificarse: "Mi modelo de artista es Nat King Cole. Un gran pianista de jazz que también cantaba y que no se asustaba de ser considerado un entretenedor: grabó hasta en español. El problema con el jazz es la carencia de emisoras de radio -¡y no hablemos de televisión!- dedicadas a difundirlo. Hay radios de smooth jazz, pero yo sueño con emisoras que pongan toda la gama del jazz, desde el clásico al vanguardista. Tendrían oyentes, no demasiados pero sí fieles. Ya sé que los propietarios de las frecuencias prefieren formatos que resulten inmediatamente rentables. Y eso tiene efectos terribles: en cualquier ciudad de Estados Unidos suenan los mismos discos con las mismas presentaciones. Resulta que todo lo decide un equipo de expertos de Denver o de no sé dónde".

Explica Benson que es más consciente de esa homogeneización cultural tras su visita a Cuba: "Ya sé que la existencia diaria allí es muy difícil, pero también me agradó encontrar que había gente que no hacía las cosas sólo por dinero. Con toda su pobreza, tienen una percepción muy clara de lo que es importante en la vida. Te guste o no te guste Castro, debes reconocer que algunas cosas hizo bien. Visité una escuela superior de música, donde di una clase y escuché a media docena de estudiantes de guitarra que me dejaron boquiabierto. Y era una escuela gratuita, no como Berklee y otras que tenemos en EE UU".

La atracción de Benson por lo latino viene de antiguo. "Viví un tiempo en Harlem y allí estaban todas las culturas hispanas; de hecho, uno de mis hijos tiene sangre puertorriqueña. Cuando escucho a sus músicos, me dan deseos de trabajar con ellos. White rabbit, mi disco de 1971, se iba a grabar con músicos españoles, pero no pudo ser y terminó, me temo, sonando un poco mexicano, aunque temas como El mar están entre lo mejor de mi obra".

Ha oído hablar de un guitarrista gitano que actúa con B. B. King, pero, por su parte, no se atrevería a grabar con Paco de Lucía, al que considera, "probablemente", el mejor guitarrista del presente: "Me impresiona tanto su técnica como su capacidad para improvisar; sencillamente, no estoy a su altura. Muchos guitarristas neófitos me preguntan a quién deberían estudiar y yo les digo: Wes Montgomery, Django Reinhardt y, el único que está vivo, un tipo español que empezó tocando flamenco...".

Aunque no sea el autor de las canciones que interpreta en Irreplaceable, se complace en señalar la referencia al flamenco en la letra de Stings of love. "No sé si ustedes se dan cuenta de que la música española y latina suena romántica a los oídos del resto del mundo. En Irreplaceable intenté hacer música para las nuevas generaciones, de Estados Unidos o de otros países. En el rap que ellos oyen no hay mucho romanticismo ni espiritualidad. Sí, soy una persona cristiana. La religión me ha ayudado a superar muchas desdichas, como la muerte de varios de mis hijos. Pero de eso no hablo en el escenario: sólo me gustan los predicadores en la iglesia".