Una potencia en caída libre
La miseria goleadora condenó a la selección alemana a un prematuro adiós
Rudi Völler y sus hombres regresarán a Alemania con un bagaje mísero: una derrota, dos empates y dos goles en los tres partidos que han disputado en Portugal. Un balance paupérrimo para una selección acostumbrada a estar en el tramo final de cuantos campeonatos disputa. Esta vez le resultó imposible al seleccionador alemán elevar el tono ofensivo de su equipo, delatado ya en su decepcionante manera de sacar billete para Portugal en la fase de clasificación.
Necesitaba la victoria ante la República Checa, el rival contra el que perdió el título en 1976 con el célebre y decisivo penalti de Panenka y ante el que se adjudicó el título en 1996 cuando el jefe de su banquillo era Berti Vogts. A pesar de que se adelantaron en el marcador por mediación de Ballack, el único de sus jugadores con pólvora, los alemanes fueron muy vulnerables a los rápidos despliegues de los checos en ataque. Nada se jugaba la República Checa, clasificada de antemano. Alineó un equipo de suplentes, pero a pesar de todo, fiel a su estilo y con una frescura muy de agradecer, la República Checa no se meció sobre el campo. Todo lo contrario, pasó serios apuros porque los alemanes apretaron en varias fases del partido pero en ningún momento bajó los brazos. Henz empató y Baros, que salió al campo en la segunda parte al igual que Poborsky, anotó el segundo tanto para los checos.
Ballack fue el único jugador con pólvora en un equipo superado por el despliegue checo
La penuria goleadora de los alemanes ha sido patente. Klose, Kuranyi, Bobic... No hay quien remate con acierto en un equipo que intentó dar rienda suelta a una nueva generación de jugadores como Friedrich, Schweinsteiger, Podolski o Lahm. No logró Völler dar con el cóctel necesario para obtener algún rédito. La historia se volvió del revés. Los alemanes fueron los que se lanzaron en tromba sobre la portería que defendía Blazek pero una vez el poste, tras un tiro de Ballack, otra vez un defensa o el propio portero checo, bajo palos, evitaron que las embestidas se tradujeran en el marcador.
Völler, que en el pasado Mundial logró clasificar a su equipo para la final, aunque la perdió ante Brasil (2-0), ha echado de menos a una serie de jugadores que, por lesión o por su baja forma, no han tenido peso alguno en Portugal, caso de Schneider, Klose, Jeremies. Ya había rozado el desastre en la fase de clasificación cuando en el minuto 89 de partido de su partido en las Islas Feroe no había logrado marcar, aunque en el último suspiro Klose y Bobic salvaron la papeleta. También resultó premonitorio el empate a cero que los alemanes cosecharon ante Islandia. La eliminación de la selección ratificó el mal momento que atraviesa el fútbol alemán. El Bayern y el Stuttgart fueron eliminados en los octavos de final de la Liga de Campeones y, en la Copa de la UEFA, el Hamburgo, el Hertha y el Kaiserslautern no pasaron de la primera ronda, y el Dortmund y el Schalke cayeron en la segunda.
"El principal problema es que no hemos marcado apenas goles", resumió la evidencia Ballack. "Hemos jugado partidos mucho peores que éste durante los últimos cinco años. E incluyo el último Mundial, en el que fuimos subcampeones. Pero los checos han jugado con su segundo equipo y les ha bastado. Mi gol no ha sido suficiente. No puedo acusar a nadie. Hemos trabajado al máximo pero no ha sido suficiente. Tenemos que mirar hacia el futuro y trabajar a fondo en vistas al Mundial de 2006". Esa cita se celebrará precisamente en Alemania. Ahora, la federación deberá decidir si la afrontará con Rudi Völler al mando del equipo.
"Tengo contrato hasta el 2006, pero reconozco que se va a abrir un debate sobre mi continuidad y en las próximas semanas me reuniré con el presidente para analizar el futuro", declaró tras el choque un Völler sumamente tranquilo, que a continuación se refirió al partido: "Tuvimos grandes oportunidades, especialmente en la segunda mitad, pero no pudimos materializarlas y por eso estoy muy triste por irnos a casa. El resultado del torneo es insuficiente y no es aceptable, aunque en la segunda parte hubo grandes oportunidades".
Völler quitó dramatsimo a la eliminación de su equipo. Para ello, apeló al pasado, a lo ocurrido en la anterior Eurocopa, donde Alemania también cayó a las primeras de cambio: "Pienso que esta eliminación no es tan dramática como la de 2000, por mucho que caer en la primera fase sea difícil y sorprendente". El conjunto germano también fue eliminado en la primera fase de aquella Eurocopa, tras empatar con Rumania y perder con Inglaterra y Portugal.
La última reflexión de Völler versó sobre el futuro de un equipo que en el Mundial 2006, que disputará en casa, no podrá permitirse un fracaso similar. Y el técnico, que se ve con fuerzas para seguir, se mostró optimista: "Hay jugadores brillantes y jóvenes".
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