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FÓRUM DE BARCELONA | Diálogos

Expertos en Irak piden tropas de países árabes

Lluís Pellicer

Poco tienen que ver las imágenes del Irak de hoy a las de los soldados de las tropas norteamericanas y británicas jugando a fútbol con jóvenes de Bagdad. Los ciudadanos que mantenían la esperanza de que el escenario político y económico de su país mejorara tras la guerra, han desistido pronto. Y ahora lo único que esperan es que las tropas norteamericanas abandonen la región. Dos expertos en Irak, el ex coordinador de ayuda humanitaria de Naciones Unidas Hans von Sponeck y el director del Grupo para las Crisis Internacionales, Joost Hilterman, señalaron la que, en su opinión, es la única salida al conflicto: la sustitución de las tropas actuales por otras multilaterales compuestas sobre todo por soldados de estados árabes y musulmanes.

Si los ciudadanos de Bagdad que salieron a saludar a los norteamericanos hoy les dan la espalda es por todos los errores que los ejércitos de Estados Unidos han cometido desde que empezaron a justificar la guerra. Así lo consideró Hilterman, quien incluso esbozó un decálogo de los fallos cometidos por el país que gobierna George W. Bush. El más grave, sostuvo el experto, fue partir de argumentos falsos, como la existencia de las armas de destrucción masiva, las supuestas relaciones del régimen de Sadam Hussein con Al Qaeda y el objetivo de liberar el país de la dictadura. "Los iraquíes sospecharon que tras tantas mentiras se escondía la intención de ir tras el petróleo y defender los intereses de Israel", aseguró Hilterman.

La democracia que defendían los estadounidenses, añadió, resultó quedar vacía al desechar la experiencia en procesos de transición que podía aportar la ONU y, además, al otorgar la soberanía del país a exiliados que nada tenían que ver ya con la realidad del país. Tampoco se llevó bien la planificación, y el Pentágono no trasladó los recursos suficientes para proteger los intereses de Irak. Prueba de ello es la pérdida de la herencia cultural del país tras los saqueos de la Biblioteca de Bagdad y el Museo Nacional. Los servicios públicos también se han visto mermados, y la nueva Administración no ha contratado los 250.000 empleados previstos, sino sólo 50.000, de los que buena parte proceden del extranjero.

"Para rematarlo todo, hemos visto estos días las imágenes de las torturas que se han cometido en las cárceles y tampoco se ha tratado bien a los ciudadanos. Y no ha habido capacidad de comunicación", añadió Hilterman.

La guerra ha creado un escenario para el que parece imposible hallar respuesta. "¿Tras haber creado tal caos, se pueden retirar las tropas de Estados Unidos?", se cuestionaron los expertos. "Lo ideal sería que se crease una autoridad con la capacidad de ordenar a Estados Unidos que se quede en sus bases. O bien pedir ayuda internacional. Debería formarse un cuerpo de policía estatal y, de forma paralela, sustituir las tropas de la coalición por una fuerza bajo mandato de la ONU. Claro, todo esto es bastante imposible", señaló Von Sponeck.

Ahora, concluyeron, las oportunidades para establecer la paz tras una guerra que suscitó la oposición de buena parte de los ciudadanos del mundo parecen haberse esfumado.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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