Viciana recrea una batalla de la Guerra Civil en una novela

El escritor almeriense Alfonso Viciana (1962) ha dado el salto a la publicación narrativa con la editorial Arráez, ubicada en esta provincia. Los ingredientes para su estreno en la novela cuentan con lo esencial para una trama que se precie de ingeniosa: hay un diario y existe un superviviente para acometer la relectura del pasado. En El engaño del general, título de la obra, Viciana desgrana una trama urdida entre personajes y situaciones de pura ficción pero en un contexto histórico veraz ubicado en La Campaña de las Aceitunas o Batalla de los Olivos. Se trata de una operación bélica que se desarrolló entre las provincias de Córdoba y Jaén en diciembre de 1936 y en la que las tropas de Queipo de Llano ocuparon una gran extensión de terreno con el objetivo de controlar uno de los sectores más ricos en la producción de aceite de Andalucía.

"El sur siempre fue La Cenicienta dentro de la guerra, porque las grandes batallas se libraron fuera, como la del Ebro o Brunete. Sin embargo, hubo encuentros muy fuertes como la Batalla de los Olivos por hacerse con una gran bolsa de terreno para controlar la producción de aceite", explica el autor. Viciana otorga al aceite, además del valor gastronómico, su función como conservante para mantener alimentos que, en momentos de guerra, garantizara el abastecimiento de comida para unidades militares en sus constantes avances y movimientos. Salvo Francisco Franco, Vicente Rojo y el propio Queipo de Llano, todos los personajes de El engaño del general son inventados.

El general Zumaya

El general Zumaya, uno de los personajes más importantes de la trama, sustituye al auténtico responsable del Frente Sur en 1936 en el ejército republicano, el general Martínez Monje, que no urdió engaño alguno como el que relata Viciana en su historia. "Aunque no conozco en profundidad su biografía, estoy seguro de que él fue un buen militar republicano", señala el escritor.

La trama se inicia con su protagonista, Javier Alba, un estudiante de doctorado que, casi finalizada su tesis doctoral, es obligado por su director a cambiar su objeto de estudio para centrarse en una unidad republicana formada exclusivamente por universitarios: la Compañía Universitas. El autor novel plasma aquí un sello propio al querer plantear al lector a través de sus personajes cómo el poder mediático puede llegar a reportar más beneficios que el táctico o militar. "Zumaya, mi general ficticio, urde una trama para atraer a la prensa y los noticiarios internacionales e implicar a las naciones titubeantes como Francia o Inglaterra en contra del fascismo", afirma el autor.