Persisten las dudas

Los mercados de valores han entrado en una fase que, a priori, se califica como árida, pues se abre una espera de casi 10 días para que el comité monetario de la Reserva Federal decida sobre el nivel de los tipos de interés en Estados Unidos y en la que van a escasear las referencias para formar una opinión.

Los indicadores económicos que se van a publicar esta semana en Estados Unidos son de segundo orden y los europeos, casi todos de opinión, no parecen muy capaces de mover los mercados, con lo que los inversores apenas van a contar con algún dato empresarial aislado para poder tomar decisiones.

El mercado de valores español, que arrancó esta sesión con cierta alegría, terminó dando muestras de debilidad. El Ibex 35 tuvo muchas dificultades cuando alcanzó los 8.200 puntos y a partir de ese momento se impusieron las ventas. En un plano más inmediato hay que referirse a los 12 euros de Telefónica, los 16 de Endesa, los 9 del Santander Central Hispano o los 18 de Unión Fenosa, todos ellos niveles inalcanzables o imposibles de mantener en un momento en el que la incertidumbre suma muchos enteros a corto plazo.

Al cierre, el Ibex 35 subió el 0,25%, el único avance entre los grandes mercados europeos, pero después de llegar a subir el 1,17% a primeras horas de la mañana. El índice general de la Bolsa de Madrid subió el 0,21%.

La contratación en el Mercado Continuo muestra un incremento de la actividad entre los inversores profesionales, pues el total negociado fue de 3.349,42 millones de euros, con casi 2.000 millones aportados por estos inversores. Los particulares se conformaron con soltar algo de papel a primera hora, con lo que sus operaciones apenas superaron los 1.400 millones de euros.

Las otras bolsas europeas pasaron por una situación idéntica, pero los inversores pusieron mayor empeño en deshacer posiciones y al cierre todos los resultados fueron negativos. París bajó el 0,02%; Francfort, el 0,26%, y la Bolsa de Londres cedió el 0,08%.