Venturoso es el día

Se lo han currado a tope y han obtenido la recompensa que merecían. Bien, vayamos por partes. Las Amazonas de España se estrenó en 1720 en el Palacio del Buen Retiro, por encargo de la reina Isabel de Farnesio, para celebrar el nacimiento del infante Felipe de Borbón. El argumento se inspira en una narración de Plutarco que describe el paso de Aníbal por los Pirineos y su encuentro con mujeres guerreras. Es seguramente uno de los "primeros espectáculos cantados en español", como afirma el prestigioso musicólogo de la Universidad de Salamanca José Máximo Leza, aunque la estructura musical sea al estilo italiano. El libreto es de José de Cañizares y la música se atribuye al compositor y violinista italiano Giacomo Facco. Hasta aquí, la historia imprescindible.

El proceso de recuperación llevado a cabo por Los Músicos del Buen Retiro, con la mirada cómplice del Festival de Música Antigua de Aranjuez, ha gozado de tanta tenacidad como ilusión. Un par de arias aquí mismo en Aranjuez hace un par de años, cinco en el Camino de Santiago posteriormente. Se veía venir que la ópera más o menos al completo estaba al caer. Y el gran día llegó anteayer en una versión no en su totalidad, pero más que representativa y en ningún caso "en miniatura", como ellos mismos dicen. La guinda: el maravilloso teatrito de Palacio, con una acústica de ensueño, de ésas en las que se escucha el más mínimo suspiro, con una capacidad que a duras penas alcanza las 200 personas. Un privilegio, verdaderamente.

Volar alto

La interpretación fue fabulosa. En primer lugar por las dos sopranos que encarnaban cada una tres personajes, dos de los fundamentales y uno de los graciosos. Las voces de María Luz Álvarez y Raquel Andueza empastaban a la perfección, pero en sus cometidos individuales estuvieron como dos jabatas, la primera desde una delicadeza y un sentido melódico sublimes, la segunda desde una fuerza y una teatralidad impresionantes. Para el recuerdo la gracia popular de "Tuyo soy de cualquier manera", de Andueza en el primer acto, la delicadeza de la primera mitad del tercero de Álvarez o el dúo final de bravura del segundo, Veamos si los cielos, entre ambas. El grupo instrumental participó de la fiesta en un proceso que se extiende desde la investigación y la edición de la partitura hasta la ejecución sonora. Antoine Ladrette, Isabel Serrano, Juan Carlos de Mulder, Eduard Martínez, Antonio Lalmela, Marcial Moreiras y Juan Jaime Ruiz volaron alto para descifrar y mostrar una obra llena de encanto que el público de Aranjuez acogió con extremo placer. Venturoso es el día, como se dice al comienzo de la última escena de la ópera.