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Fallece en Granada una mujer tras una explosión en su vivienda

Los bomberos hallan cerillas y productos inflamables en el piso

Una mujer falleció ayer tras registrarse un incendio en el colchón de su vivienda y una posterior explosión que alarmó a los vecinos del bloque, ubicado en una céntrica calle de Granada. La policía investigaba las causas del siniestro ya que en una primera inspección ocular se hallaron cerillas y restos de un producto inflamable derivado del petróleo, posiblemente gasolina, aunque no del recipiente que lo contuviera.

El suceso ocurrió sobre las 6.15 horas en la segunda planta del bloque número cuatro de la calle Ángel, donde fue hallada muerta Araceli G. A., de 41 años, después de que se produjera una explosión que llevó a algunos de los vecinos a pedir auxilio desde las ventanas sin que se registraran heridos, sólo daños materiales.

Los primeros indicios apuntan a que el incendio se originó en el colchón de la habitación donde fue hallada la víctima, y que la combustión que siguió al fuego originó la explosión, que derribó una puerta y un tabique interior de la casa, así como un falso techo de escayola de la planta inferior a la de la vivienda siniestrada, ubicada en la segunda, según informaron fuentes policiales y de los bomberos.

La investigación abierta por las policías científica y judicial trata de esclarecer si el incendio se originó de forma accidental o voluntaria, por lo que no descartan la hipótesis del suicidio. La inspección ocular realizada por los bomberos reveló la existencia en el suelo de la habitación siniestrada de cerillas y restos de un producto inflamable derivado del petróleo, posiblemente gasolina, aunque no del recipiente que lo contuviera.

Según fuentes de los bomberos, aunque esa circunstancia refuerza la hipótesis del suicidio, la investigación continúa abierta. La "violenta" explosión registrada hace suponer que la combustión que siguió al incendio del colchón fue "muy rápida", como posible consecuencia de la acción del producto inflamable hallado, que habría actuado como "acelerante", según las fuentes. El hecho de que la mayoría de los fósforos de las cerillas dispersas por el suelo no llegaran a arder, indica la "rapidez" con la que se produjo el proceso de combustión previo a la explosión, que según los bomberos no pudo producirse por un escape de gas al ser eléctrica la instalación del piso.

Vecinos del bloque, entre los que hay varios estudiantes, señalaron que la mujer llevaba unos seis meses viviendo sola, y algunos apuntaron a la posibilidad de que el suceso esté relacionado con algún tipo de rito satánico por parte de la víctima, que, según dicen, comentó días atrás a unos familiares que se marcharía a Finlandia, como metáfora alusiva al "fin del mundo".

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