Tráfico y las autopistas tratan de evitar un gran colapso en la noche de Sant Joan

Habrá atascos -sobre todo en los alrededores de Barcelona- durante la verbena de Sant Joan y en días posteriores. Así lo cree el Servicio Catalán de Tráfico (SCT) que, junto a las concesionarias de autopistas, ha organizado un dispositivo desde las 15.00 horas del miércoles 23 hasta las 24.00 horas del domingo 27 con el ánimo de evitarlos o, en el peor de los casos, paliarlos. Se prevé que la circulación sea más complicada que otros años, ya que a los desplazamientos de la verbena hay que sumar los traslados asociados al puente de cuatro días y los de quienes inician las vacaciones.

Un centenar de cámaras de vídeo de ACESA y Aucat y 32 del SCT controlarán ininterrumpidamente los movimientos del tráfico en las principales vías catalanas. Las dos concesionarias del grupo Abertis cuentan, además, con 198 paneles que darán información sobre la situación que pueden encontrar los conductores más adelante en su trayecto. Aucat controlará especialmente los ocho kilómetros de túneles, para evitar que un colapso deje vehículos en su interior. Además, Tráfico ha impuesto restricciones a los camiones y las concesionarias han organizado un servicio de grúas por si un accidente hiciera necesaria la retirada de vehículos.

Pese a todo, las cosas no pintan bien. La previsión es que coincidan en las carreteras los que vayan de verbena, quienes aprovechen el puente para salir del área metropolitana y los que empiecen ya las vacaciones. En total, unos 400.000 vehículos en el área metropolitana de Barcelona. Si se consiguiera ordenarlo, lo que no resulta fácil, necesitarían 12 horas para salir de Barcelona, yendo todo bien.

Hay que remontarse hasta 1988 para encontrar en el calendario un puente de Sant Joan casi tan largo como el de ahora. Entonces el 23 de junio cayó en jueves, lo que supuso un puente de cuatro días. 150.000 vehículos intentaron salir de la ciudad en cinco o seis horas, superando la capacidad de las vías barcelonesas, que hace 16 años admitían 80.000 vehículos en ese mismo espacio de tiempo. Las colas en algunas carreteras de salida de Barcelona llegaron a superar los 10 kilómetros, lo que originó que a numerosos barceloneses no les quedase más remedio que comerse la coca de Sant Joan en el coche. Este año puede pasar igual.La capacidad de las carreteras barcelonesas ha aumentado: ahora admiten entre 30.000 y 35.000 vehículos saliendo de la ciudad cada hora. Pero se trata de una proporción insuficiente. El SCT prevé que 500.000 vehículos se moverán por toda Cataluña durante la tarde y primeras horas de la noche del próximo día 23 y que los principales problemas de circulación se concentren entre las 16.00 y las 21.00 horas.

En el área de Barcelona, los puntos con mayores problemas serán: la salida hacia el Maresme (C-31, C-32 y rondas); salida hacia el Vallès (C-17 y C-33); salida hacia el Garraf y el Baix Llobregat (C-31 y C-32), y salida hacia el Penedès y el Baix Llobregat (B-24 y N-340). Los coches con destinos más alejados del área metropolitana encontrarán problemas, sobre todo, en los tramos siguientes: AP-7 entre Mollet del Vallès y Sant Celoni; AP-7 entre Martorell y Vilafranca del Penedès; C-32 Ronda de Mataró; N-II entre Jorba y La Panadella; N-II entre Malgrat de Mar y Tordera; N-340 entre Vilafranca del Penedès y El Vendrell, además de las vías de acceso a la Costa Brava, Baix Empordà, Selva, Costa Dorada, Baix Camp y Tarragonès.

En la provincia de Girona los problemas de tráfico estarán más relacionados con los traslados a las verbenas que por el puente. El SCT prevé que los puntos muy complicados sean: C-260 entre Figueres y Roses; C-66 entre Bordils y Celrà, La Bisbal y Palafrugell, Llagostera y Sant Feliu de Guíxols y entre Vidreres y Lloret. En Tarragona no se esperan complicaciones, pero sí tramos conflictivos en la AP-7 en El Vendrell y Tarragona y en la N-340 entre L'Arboç y Altafulla. En Lleida no se prevén problemas importantes.

Para aumentar la capacidad de las carreteras en los momentos de mayor densidad de tráfico, se señalizarán carriles adicionales en sentido contrario al habitual en las tres vías más conflictivas: la C-31, entre el aeropuerto y Castelldefels; la C-32, entre Montgat y Arenys de Mar, y en la salida de Barcelona por la Diagonal hasta Molins de Rei.

El dispositivo especial de Sant Joan contará con 500 mossos d'esquadra, que trabajarán junto a las policías locales en los controles de alcoholemia. La mayoría de estos controles se situarán en los puntos donde ocurren más accidentes y en vías secundarias, ya que en éstas los conductores circulan a mayor velocidad. Habrá 800 puntos de control de alcoholemia.

La puesta en marcha del dispositivo especial de circulación de Sant Joan coincidirá con la apertura del primer tramo desdoblado de la variante de Santa Cristina d'Aro, que contribuirá a la descongestión del tráfico en los accesos de la Costa Brava. Dos días antes de su apertura, durante el 21 y el 22 de junio, la circulación por este tramo estará limitada a dos carriles en sentido Llagostera y uno en sentido Palamós con el fin de terminar las obras de la variante.