De la Torre licita por su cuenta intercambiadores para el metro cuando está a punto de adjudicarse

El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Málaga, del PP, tomó ayer la sorprendente decisión de sacar a concurso el anteproyecto de tres intercambiadores para el metro de la ciudad, cuando éstos fueron excluidos por razones técnicas y de rentabilidad en el proyecto que la Junta sacó a licitación en noviembre pasado. El Ayuntamiento además toma la iniciativa más de un mes después de que se cerrara el plazo que las constructoras tenían para presentar sus propuestas y cuando la Junta está a punto de adjudicar las obras de las dos primeras líneas.

El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, que nunca ha ocultado su insatisfacción con el proyecto del metro elaborado por la Consejería de Obras Públicas, no está dispuesto a dar su brazo a torcer. Ya en febrero, dos meses después de que el proyecto saliera a licitación, envió una propuesta de modificaciones a la Junta que suponían una sustancial alteración del presupuesto con el que salió a concurso, 392 millones de euros.

Ahora, el Ayuntamiento de Málaga ha optado por tomar la calle de en medio y ha sacado a concurso el anteproyecto de tres intercambiadores que se situarían bajo el cauce del río Guadalmedina, junto a la actual terminal de cercanías de Renfe, en la plaza del General Torrijos, y en la avenida de la estación.

De la Torre explicó que estos intercambiadores "tendrían una gran importancia para la movilidad en la ciudad" y explicó que la iniciativa municipal pretende "conocer con certeza los costes y los flujos de usuarios" y que las empresas que resulten adjudicatarias de las obras los conozcan "y a apuesten con más confianza en la posibilidad de invertir en centros intercambiadores que mejorarán el servicio del metro".

El Ayuntamiento dice tener informes de empresas especializadas que evalúan el coste de los tres intercambiadores en 105 millones de euros, un 26% del presupuesto de las líneas 1 y 2 completas, y que por el intercambiador principal, el de la estación, pasarían al año 44 millones de pasajeros, de los que 17 millones corresponderían al metro, 12, 2 a Renfe y 4, 5 millones a autobuses urbanos.

Para este intercambiador principal, el Ayuntamiento ha diseñado cinco plantas subterráneas, la primera de ellas exclusivamente de distribuidor, zona peatonal y comercial. En la segunda habría una estación de autobuses urbanos y de la línea 2 del metro, en la tercera la de la línea uno y una terminal de autobuses interurbanos, a los que estaría dedicada también la cuarta planta, y por último una quinta para aparcamiento de turismos.

La Junta ya rechazó antes de la licitación del proyecto la propuesta de intercambiadores municipal por el elevado coste, que calculó en un 50% más sobre las líneas 1 y 2 y porque éstas quedarían soterradas a una cuota mucho más elevada que haría su uso disuasorio para una buena parte de usuarios.

Los intercambiadores por tanto no están incluidos en las ofertas presentadas por las cuatro agrupaciones de empresas que han acudido al concurso, que la Junta quiere adjudicar antes de agosto. La propuesta municipal tendría además lógicas afecciones sobre el trazado de las líneas, cuando la responsable del proyecto es la Junta.

Otro de los argumentos que la Consejería de Obras Públicas empleó para rechazar los intercambiadores propuestos por De la Torre es la ubicación elegida, en el centro de la ciudad, cuando entiende que lo lógico sería construirlos en los extremos de las líneas para facilitar a los automovilistas el uso del transporte público dentro del casco urbano.

Este mismo argumento utilizaron ayer los dos grupos de oposición municipal, PSOE e IU, para rechazar la iniciativa de De la Torre, que consideraron además "extemporánea". El portavoz adjunto del PSOE, Enrique Salvo, consideró además que el verdadero propósito del equipo de gobierno es crear "galerías comerciales subterráneas". El portavoz de IU, Rafael Rodríguez, exigió al alcalde "lealtad institucional".