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Eurocopa 2004 | España se relaja mientras espera a los griegos

Parar, robar y correr

La Grecia germanizada de Rehhagel guarda ciertas similitudes con el Oporto

Ramon Besa

Por vez primera en mucho tiempo, más de un millar de aficionados griegos se juntaron la noche del sábado en la plaza Omonoia de Atenas para celebrar un éxito de la selección de fútbol, normalmente eclipsada por los clubes y también por el equipo nacional de baloncesto. "Pase lo que pase a partir de ahora por lo menos podremos salir de Portugal con la cabeza muy alta", proclama Nikolaidis, después de recordar el triste papel de la selección en el Mundial de 1990 y realzar la victoria en la Eurocopa contra la anfitriona Portugal.

Los futbolistas recuerdan todavía el escarnio que provocó el equipo que acudió a la Copa del Mundo de Estados Unidos. Le conocían por el 4-4-2, y no precisamente por la táctica, sino por los goles encajados: cuatro contra Argentina, otros cuatro ante Bulgaria y, finalmente, dos frente a Nigeria. La selección entró en una depresión de la que salió con la llegada en septiembre de 2001 con Otto Rehhagel, un reputado técnico alemán que, al decir de la prensa griega "ha germanizado a Grecia".

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La mayoría de sus jugadores compiten en las ligas extranjeras y responden obedientemente a las consignas de Rehhagel hasta el punto de convertir a Grecia en una selección que guarda ciertas similitudes con el Oporto, actual campeón de Europa, por su capacidad táctica para enfrentar a los rivales. Las derrotas ante Holanda y Polonia, después de 14 partidos invicta, no influyeron en el ánimo del equipo griego, muy organizado, defensivamente muy puesto y especialista en jugar a la contra.

Rehhagel insiste siempre en parar el juego y correr a la que se roba el balón. Pese a que no habla alemán, sus consignas son perfectamente traducidas por un intérprete y por su ayudante griego, Yannis Topalidis, el mismo que ayer solicitó a los griegos que saquen la bandera de su país en el balcón como han hecho los portugueses antes de que se iniciara el torneo. Presumiblemente, Rehhagel repetirá el miércoles contra España el mismo equipo que le ganó a Portugal en Lisboa. "El técnico alemán ha cambiado la mentalidad del equipo", coinciden los griegos a la hora de hablar de su selección. "Hoy es una selección muy competitiva".

Grecia, que se creyó importante cuando empató en Old Trafford contra Inglaterra (2-2), es un equipo muy difícil de batir y especialmente complicado si se adelanta en el marcador. "Habrá que jugarle con mucha paciencia, con tranquilidad, aunque el gol pueda tardar en llegar, porque en el contragolpe es temible". España ya tuvo una mala experiencia con Grecia en la fase de clasificación. Después de ganarle en Atenas (0-2), perdió en Zaragoza (0-1), víctima del juego pausado y denso del equipo de Rehhagel, que obligó al de Sáez a acudir a la repesca.

La derrota anima ahora al colectivo español a buscar la revancha y, al mismo tiempo, a calibrar la importancia del resultado puesto que en la última jornada los partidos no juegan a su favor: Grecia-Rusia y Portugal-España.

Xabi Alonso, Puyol, Morientes, Marchena, Vicente, Raúl Bravo y Valerón, durante un descanso.
Xabi Alonso, Puyol, Morientes, Marchena, Vicente, Raúl Bravo y Valerón, durante un descanso.ULY MARTÍN

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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