Los 'hooligans' inundan Lisboa de cerveza e incidentes

Los temidos hinchas ingleses, aquéllos a quienes había advertido muy seriamente su ministro del Interior, David Blunkett, para que se portaran bien, rompieron ayer, en los momentos previos al choque entre su selección y la francesa, las vallas que separan la autopista del estadio de la Luz, de Lisboa. La policía tuvo que cortar el tráfico de la vía, con el consecuente caos circulatorio. Al parecer, tenían prisa por entrar en el recinto. Habían llegado en unos autobuses especialmente dispuestos por la organización para su traslado. Otro seguidor fue arrestado como consecuencia de una pelea que mantuvo con dos hinchas franceses.

Antes, hasta que estaba a punto de caer el sol, los ingleses tomaron la céntrica plaza lisboeta del Rossio. No protagonizaron ningún incidente, pero dejaron el lugar lleno de envases de cerveza y otros desperdicios.

Atacados con un aerosol

Cuando sí crearon altercados fue en la madrugada, en la que se toparon con un grupo de portugueses participantes en una marcha popular por la festividad de san Antonio. Entonces, la policía tuvo que intervenir para sofocar los conatos de agresión.

Sobre la una de la mañana, otros ingleses rociaron con un aerosol con gas lacrimógeno a los ocupantes de un autobús. El clima de tensión que provocó el ataque desencadenó la ocupación del centro de la ciudad por los agentes antidisturbios. El agresor fue interrogado en una comisaría.

Blunkett ya advirtió: "La federación y el equipo no pueden pagar por el comportamiento de sus seguidores". El presidente de la UEFA, el sueco Lennart Johannson, recordó el viernes que Inglaterra podría quedar excluida del torneo si sus hinchas causan incidentes. "Estoy decepcionado por los cánticos racistas que se han oído en la ciudad", declaró Blunkett, que añadió: "Cruzaré los dedos por nuestro éxito". Unos 2.700 hooligans que en algún momento han protagonizado altercados no pueden asistir al campeonato por prohibición gubernamental.