Complicidad con la ciudad
Creo que la tormenta que produjo el artículo de Imma Mayol en este periódico merece alguna reflexión desde esta columna. Porque Imma tuvo la gentileza de venir como público a comentar con nosotros y los lectores nuestras preocupaciones sobre la marcha del Fórum. Las opiniones que vertió en su escrito podrán ser discutibles, pero me parece que merecen una respuesta pública que no esté restringida al ámbito institucional. Entiendo que hay reglas de juego en un tripartito que gobierna una ciudad y no sé si se vulneró algún acuerdo al respecto. Pero, como ciudadana, he visto a una teniente de alcalde bajar al ruedo y expresar sus inquietudes, que eran compartidas por los que estábamos allí.
Es imposible descalificar o reivindicar al Fórum en blanco y negro. Tiene cosas muy positivas, pero también otras que no terminan de agradar. Muchos hemos sentido a lo largo del proceso de elaboración y ahora, cuando ya está en marcha, una falta de complicidad con los ciudadanos barceloneses. El resultado ha sido un modelo de evento en que casi todo está cerrado si no se paga. A las críticas por la falta de participación se responde con números, de personas y de euros. Se dice que se bajarán algunos precios, lo que está bien, pero con esa medida sólo se aborda la lógica de mercado. Me parece que si se quiere que los barceloneses sientan el Fórum como algo propio de lo que hablar cotidianamente, haría falta recuperar la complicidad con la ciudad. Cuando ésta ha existido, siempre ha habido una respuesta entusiasta. Pero hoy muchos se preguntan si no nos estamos convirtiendo en un modelo de ciudad, hecho para los turistas, en el que sólo nos queda hacer de público.
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