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Crítica:MITSUBISHI COLT 1.3 16V. INVITE | PRUEBA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Un utilitario práctico y sofisticado

Pequeño, aunque muy completo e innovador. El Mitsubishi Colt es uno de los utilitarios más sofisticados. Su original imagen esconde un interior amplio con las soluciones de los monovolúmenes para repartir el espacio. Cuenta con unos motores eficaces y un peso liviano que mejoran prestaciones y consumos. Y tiene un buen equipo de serie y unos precios que no penalizan sus virtudes: cuesta como los modelos más populares.

El Colt no es uno de esos coches que llegan para completar una gama sin aportar nada nuevo. Se trata de un modelo clave para Mitsubishi, su primer paso para superar la crisis que ha paralizado la alianza con Mercedes. Y la marca oriental ha tenido acceso a las tecnologías de la alemana y ha echado el resto para resolver el desafío.

Un frontal con personalidad

El Colt comparte la base del Smart Forfour (chasis, motores...) con una resolución diferente. Tiene línea de monovolumen, pero con la altura algo rebajada: es más bajo que éstos y algo más alto que los utilitarios normales. Esta solución, unida a un diseño acertado, estiliza su figura para que no parezca voluminoso y permite ofrecer un comportamiento ágil y similar al de los turismos.

El frontal presenta unos trazos sencillos y afilados que le dan personalidad. El perfil en cuña del parabrisas, los marcos de las puertas resaltados y el portón trasero inclinado hacia delante refuerzan su dinamismo. Y por detrás recuerda al Fiat Punto: aspecto limpio sin adornos y grandes pilotos verticales. Además tiene un estilo moderno y elegante y la aerodinámica está cuidada (CX: 0,32).

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Al margen del mayor o menor gancho estético, el interior del Colt marca la diferencia por su funcionalidad y reúne casi todas las soluciones de los monovolúmenes más completos. Delante da sensación de amplitud, pero la clave son las plazas traseras, que admiten todas las combinaciones. El asiento está dividido en dos partes con regulación independiente en longitud e inclinación del respaldo. Además se pliegan hacia delante, basculan junto a la banqueta contra los respaldos delanteros e incluso se pueden sacar. Y con esta solución tiene 645 litros de capacidad para cargar de todo.

El conjunto se completa con una buena dotación de huecos: cajón bajo el asiento del pasajero, repisas en la consola frontal y junto al freno de mano, bolsillos para el móvil en los laterales de los respaldos, bandejas a los lados de las banquetas, bolsas en las puertas, redes y perchas en los respaldos...

El diseño interior es muy moderno, con un salpicadero con plásticos en varios tonos, tapicerías coloristas y un aspecto alegre. Hay detalles austeros de acabado: consola frontal simple, plásticos pobres en las puertas traseras, rumorosidad excesiva... Y otros bien resueltos, como el volante y la iluminación de los mandos. Pero es un coche cómodo y muy práctico.

Motores de gasolina y turbodiésel

El Colt se vende de momento con un motor 1.3 de gasolina (95 CV). A final de junio saldrá el 1.5 (109 CV); en agosto, un 1.1 (75 CV) y un 1.5 DI-D turbodiésel (95 CV), y a principios de 2005, otro 1.5 turbodiésel (68 CV) y la carrocería tres puertas, que tendrá versión GTi (150 CV). Todos incluyen cambio manual de cinco marchas y tres años de garantía, y hay dos acabados, Inform e Invite. El primero viene con doble airbag, ABS y todo lo habitual. El otro añade airbags laterales, aire acondicionado y radio-CD. Además, los motores 1.5 (95 y 109 CV) pueden montar un cambio secuencial de seis marchas opcional (1.105 euros).

Conclusión

El Colt es un utilitario moderno y bien resuelto que combina las medidas compactas de los coches pequeños y las soluciones flexibles de los monovolúmenes. Ofrece una línea atractiva, un buen comportamiento dinámico, motores a la última y un equipo de serie correcto. Y cuesta como los utilitarios de su tamaño.

El Colt tiene línea de monovolumen, pero con una altura más ajustada. El diseño del frontal, los marcos de las puertas y los grandes pilotos traseros son sus rasgos de identidad más llamativos.
El Colt tiene línea de monovolumen, pero con una altura más ajustada. El diseño del frontal, los marcos de las puertas y los grandes pilotos traseros son sus rasgos de identidad más llamativos.CÉSAR LUCAS ABREU

MUY FUNCIONAL Y VISTOSO

En el diseño interior del Colt destacan el colorido y la funcionalidad. Aunque el salpicadero y la consola central, que integra el equipo de música, son simples y austeros, incluye detalles, como el volante y las tapicerías en tonos alegres, que crean un ambiente muy vistoso y aparente. Además, los mandos y adornos en plásticos claros (climatización, base del cambio...) se iluminan al encender las luces y aportan un toque psicodélico muy juvenil. Y cuenta con unos retrovisores exteriores muy grandes y cómodos en el tráfico urbano.

Pero lo mejor del Colt es su funcionalidad. La dotación de huecos es correcta, con la zona de la consola central y el freno de mano bien aprovechada, un cajón bajo el asiento del pasajero, bolsillos laterales para el teléfono en los asientos de delante y otros espacios más. Pero destaca sobre todo el diseño de los asientos, que admiten todo tipo de configuraciones: los respaldos de delante se pliegan hacia el frente para formar una mesa, y los asientos traseros se pueden regular por partes en longitud e inclinación y también se pueden sacar. El resultado es una capacidad de carga de hasta 645 litros para llevar de todo sin agobios.

La zaga del Colt tiene mucha chapa y sólo destaca por las medidas generosas de los parachoques y los pilotos verticales.

RÁPIDO, PRÁCTICO Y COMPETITIVO

El Colt 1.3 ofrece unas prestaciones superiores a las versiones 1.4 de los utilitarios más populares y tiene un interior con más soluciones flexibles para repartir el espacio, pero cuesta casi lo mismo que ellos.

Las alternativas más asequibles son el Peugeot 206 y el Seat Ibiza, que salen unos 200 euros más baratos, aunque ninguno incluye de serie los airbags laterales (190 y 180 euros, respectivamente) y en el Seat hay que añadir también el aire acondicionado (1.100 euros). El modelo de Mitsubishi cuesta unos 200 euros menos que el Honda Jazz, que viene de serie con un equipamiento similar. Y es también unos 600 euros más barato que el Citroën C3 equivalente, aunque éste incluye el cambio secuencial Sensodrive y, sobre todo, los descuentos de la marca francesa, que este mes ascienden a 2.500 euros y equilibran la balanza a su favor.

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