Colonial venderá inmuebles por 800 millones para reducir deuda y financiar la compra de SFL

Inmobiliaria Colonial descarta una fusión con Société Foncière Lyonnaise (SFL), la cuarta inmobiliaria francesa por activos en la que la empresa catalana controla desde el pasado miércoles el 55,6% del capital. SFL funcionará como una filial. Sus acciones continuarán cotizando en Bolsa y, al menos por el momento, sus gestores se mantendrán en su puesto.

Así lo explicó ayer en rueda de prensa el consejero delegado de Colonial, Juan José Brugera, quien precisó que la inmobiliaria se desprenderá de activos por un valor aproximado de 800 millones de euros en los próximos tres años con el fin de reducir su nivel de endeudamiento. El ratio de deuda sobre el valor de mercado de los activos del grupo resultante de la suma de ambas empresas ascenderá a un 63%, y con el programa de desinversiones de activos "no estratégicos" debería descender al 53%.

Este proceso desinversor, que en España ya había empezado, se desarrollará tanto en Madrid y Barcelona como en París, en cuyo centro SFL concentra 49 edificios valorados en 2.486 millones de euros. En el mercado parisino, "atractivo y estable", según Brugera, la venta afectará a activos residenciales, y en España, en pequeños edificios de oficinas y también en algunos compuestos residenciales.

Brugera relativizó la bajada en Bolsa de Colonial tras el anuncio de la operación, el pasado miércoles. El valor descendió entonces un 4,6% y cerró a 20,4 euros por título, circunstancia interpretada por los analistas como una penalización al elevado precio pagado por SFL. Al cierre de ayer cada acción valía 20,15 euros. El consejero delegado recordó que a principios de junio la empresa cotizaba por debajo, a 19,2 euros.

Inmobiliaria Colonial, presidida por Ricard Fornesa y controlada en un 48,95% por La Caixa, pagó 759 millones de euros por el 55,6% del grupo francés (otro 10% está en manos de Hermès y el 34% restante fluctúa libremente en Bolsa). La próxima semana, Colonial lanzará una oferta pública de adquisición (OPA) por el 44,4% restante del capital que no controla, como le obliga la legislación francesa. Juan José Brugera consideró "improbable" que se haga con el 100% del capital.