El PP dejó la Zona Franca de Cádiz con pérdidas de ocho millones de euros en 2003

La gestión del PP al frente de la Zona Franca de Cádiz no fue tan boyante como propagaron los antiguos gestores del recinto fiscal. El nuevo delegado especial del Estado en este organismo, José de Mier, del PSOE, informó de que el Consorcio cerrará 2003 con unas pérdidas superiores a los ocho millones de euros. La discutida adquisición de la mayoría del accionariado de la empresa Quality Food, dedicada a los servicios de alimentación y catering, fue la principal responsable de los números rojos de esta entidad, dependiente del Ministerio de Hacienda.

El coste de las obras de remodelación del estadio de fútbol Ramón de Carranza -donde juega el Cádiz C.F.- y las de la Red Iberoamericana de Logística y Comercio Exterior (Rilco) no ayudó tampoco a igualar el balance de ingresos y gastos.

La presidenta del Consorcio de la Zona Franca, Teófila Martínez, y el anterior delegado, Miguel Osuna, habían defendido en los últimos años la "magnífica" gestión económica que el PP ha desarrollado en el recinto fiscal gaditano. Sin embargo, el cambio de gobierno y la llegada de un dirigente del PSOE a la Zona Franca han evidenciado que no es exactamente así.

Osuna llegó en febrero de 2000 a la Zona Franca en sustitución de Manuel Rodríguez de Castro, quien se vio obligado a dimitir por las numerosas denuncias de irregularidades que pesaban sobre su gestión. Un informe del Tribunal de Cuentas ratificó todas estas denuncias y confirmó que el anterior delegado gastó y no justificó más de 600.000 euros de los fondos de la Zona Franca. Con estos precedentes, Osuna normalizó la gestión del recinto fiscal y fue el encargado de pivotar los actos del 75 aniversario de este organismo y la organización de la Conferencia de Zonas Francas de todo el mundo que se celebró hace un año en la capital gaditana.

Con todo, sus últimas decisiones, vinculadas a las directrices del PP de Cádiz y, especialmente, de Teófila Martínez, han llevado a la Zona Franca a afrontar una delicada situación financiera. Según explicó ayer De Mier, la operación más onerosa para el recinto fiscal fue la compra a finales de 2003 de Quality Food, sumida posteriormente en un reguero de denuncias de supuestas irregularidades económicas y de comisiones ilegales. El nuevo delegado detalló que la Zona Franca ha desembolsado casi 12 millones de euros en la compra del 52% del accionariado y en la gestión diaria como propietario de la empresa. Si los anteriores gestores no hubieran comprado esta sociedad, la Zona Franca habría obtenido aproximadamente unos 3 millones de beneficio en 2003. Osuna explicó entonces que asumió esta operación "en defensa" de los 475 puestos de trabajo de esta empresa, que fue definida por Teófila Martínez como "modelo de gestión económica del PP".

Así las cosas, José de Mier informó ayer que la Zona Franca intentará desprenderse de Quality Food. "La pondremos en el mercado para que esta compañía alimenticia pase a manos expertas porque confiamos en que pueda convertirse en un buen negocio", dijo el nuevo delegado, quien también anunció que el organismo fiscal que dirige se replanteará el mantenimiento de Rilco, una red de comercio exterior que creó hace seis años Manuel Rodríguez de Castro para potenciar las relaciones y operaciones comerciales con las zonas francas iberoamericanas. Según De Mier, estas funciones puede "asumirlas perfecta y directamente" la Zona Franca.

Estadio Carranza

Por otra parte, el delegado cuestionó el gasto que para las arcas de la Zona Franca está suponiendo la remodelación del estadio Carranza. El convenio urbanístico que firmó el recinto fiscal le obligaban a costear en solitario la remodelación a cambio de enajenar posteriormente los 20.000 metros cuadrados de suelo comercial resultantes de la remodelación. Sin embargo, según detalló De Mier, el recinto fiscal está asumiendo "el doble" de la inversión prevista, con el agravante de que los cálculos actuales de superficie rondan entre 13.000 y 15.000 metros disponibles. "Espero reunirme en breve con el Ayuntamiento de Cádiz, con Unicaja y con la constructora FCC para revisar la financiación de estas obras para no encontrarnos con problemas de tesorería", dijo.