Empacho de estrategia
Las jugadas a balón parado obsesionan a Sáez, que las ensaya a puerta cerrada
La selección española dedicó su entrenamiento vespertino de ayer a las jugadas a balón parado, un aspecto que preocupa a Iñaki Sáez. El técnico ha recogido el testigo de José Antonio Camacho, al que siempre le atormentaron los goles sufridos en córners y faltas indirectas. Para tratar de evitarlos Sáez se encerró con sus jugadores en el recóndito monte de Falperra, contra un cerro cubierto de eucaliptos, robles y alcornoques que hacían de pantalla. Además, por si el follaje no ofreciera suficiente impermeabilidad, la valla que rodea el campo estuvo guardada por la policía. "No será un buen día para el agroturismo", previno Sáez, que se remitía al cartel informativo que decía: "Sesión de estrategia a puerta cerrada".
Tanta ansiedad no es infundada: el equipo nacional ha sido eliminada de tres de los cuatro últimos grandes torneos por culpa de los penaltis. En la Eurocopa de Inglaterra 1996, en Wembley, y en el Mundial de Corea y Japón 2002 cayó en sus tandas tras empatar con los anfitriones y en el torneo continental de Holanda-Bélgica 2000 perdió en los cuartos de final contra Francia después de que Raúl fallara uno.
"Hoy en día, las jugadas a balón parado son muy importantes", advirtió Albelda, "porque hay muchos partidos igualados que se resuelven de esa manera, en una acción ensayada. El que las tiene bien preparadas cuenta con muchas más opciones de ganar". El valencianista, como sus compañeros, interpreta los vientos que corren por el banquillo y los traduce.
Todos saben que Sáez quiere preparar bien la defensa de las jugadas a balón parado, el ataque y hasta los penaltis. El sábado, por ejemplo, proclamó que se sentía muy alegre porque César había metido un gol a la salida de un córner contra Andorra, a la que se anuló precisamente un tanto por una falta tras otro saque de esquina y que no pudo evitar que Baraja remachara un penalti rechazado por el portero.
El lunes, en el primer entrenamiento vespertino en Portugal, los españoles saldaron a penaltis un empate en un partidillo. Sáez quiso poner en práctica lo que dentro de pocos días puede ser una realidad en los partidos eliminatorios. Todo se hizo siguiendo las reglas del simulacro y el seleccionador decidió una jerarquía de lanzadores empezando por los menos adiestrados. El orden fue el siguiente: Bravo, Puyol, César, Baraja, Luque, Helguera, Albelda, Etxeberria, Joaquín y Raúl, que fue el único que falló en la primera serie. Otros buenos tiradores, como Vicente, Xavi, Morientes y Alonso, no participaron porque se entrenaron aparte. Torres, que falló un penalti contra Ucrania en la fase clasificatoria, vio el simulacro con gran interés mientras hacía estiramientos.
Hay cierta obsesión instalada en los jugadores cuando se habla de los penaltis. El fallado por Raúl en los últimos minutos ante Francia, hace cuatro años, en Brujas, fue uno de los momentos más difíciles de su vida profesional. El que erró Joaquín contra Corea en la última Copa del Mundo, hace dos, fue una tragedia personal para el jugador y dejó en evidencia el temor general a asumir la responsabilidad de esos disparos decisivos. Como reveló Camacho, otros jugadores más veteranos que él se negaron a tirar.
Tanto en los córners como en las faltas laterales, Sáez es amigo de situar a los jugadores con el pie cambiado para hacer los lanzamientos. Los elegidos para tirar desde la derecha son los zurdos Vicente y Luque; los elegidos para tirar desde la izquierda son los diestros Xavi, Alonso y Baraja. Los córners suelen ir al primer palo para la entrada de Helguera, César, Marchena, Morientes o Torres, los mejores cabeceadores. En la segunda jugada entran en acción los rematadores desde media distancia, como Baraja o Albelda. Como últimos hombres se han quedado Puyol y Bravo.
En los lanzamientos de las faltas directas, el escalafón también depende de la posición del disparo. Si la falta es a la derecha de la portería, las zurdas de Vicente y Luque tienen la prioridad. Si la falta es a la izquierda, los lanzadores son Baraja y Alonso.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.