Las aguas marinas pueden ser útiles al futuro de la medicina

El mar puede convertirse en una pieza clave en la producción de fármacos. Así lo afirmó ayer en el Fórum Frederic Briand, director general de la Comisión Internacional para la Investigación Científica del Mar Mediterráneo (CIESM). La organización, que celebra su 37º congreso desde ayer y hasta el día 11 en el marco del Fórum, señaló la importancia de conocer a fondo y realizar una buena radiografía de la biodiversidad marina, ya que ésta puede convertirse en una fuente muy importante para elaborar fármacos en un futuro.

Briand también señaló que en la actualidad hay un déficit de científicos en Europa que se dediquen a describir y clasificar las especies del Mediterráneo. Según el director del CIESM, Estados Unidos hizo hace dos años un gran esfuerzo financiero en este sentido, mientras que Europa se está quedando atrás. La importancia de preservar los fondos marinos fue otro de los llamamientos que hizo ayer la comunidad de oceanógrafos reunidos en Barcelona: "No cometamos los mismos errores del continente en el mar".

El hundimiento del Prestige y el desastre ecológico que éste causó ayudaron, según Briand, a despertar las señales de alarma entre la población ante catástrofes de esta naturaleza. Según el investigador, los satélites del CIESM efectúan seguimientos de estos buques y detectan las infracciones que llevan a cabo. "Sabemos que estas embarcaciones realizan operaciones ilegales incluso de noche, pero los tribunales no aceptan nuestras pruebas", añadió.

Alberto de Mónaco abrió ayer las sesiones del congreso del CIESM, en las que participarán 700 investigadores, en calidad de presidente de la organización junto al alcalde de Barcelona, Joan Clos, y la ministra de Educación y Ciencia, María Jesús Sansegundo. La visita del príncipe se saldó con un incidente entre sus guardaespaldas y varios fotógrafos. Los guardaespaldas intentaron impedirles el acceso a la sala en la que el príncipe Alberto presentaba el congreso y llegaron a propinarles varios puñetazos. El que recibió más golpes fue un fotógrafo de la agencia Europa Press.

Al parecer, los guardaespaldas estaban molestos porque los reporteros gráficos no llevaban visible su acreditación. La organización del Fórum no quiso hacer ayer ningún comentario sobre el incidente y se limitó a decir que no tenía constancia de que los periodistas gráficos hubieran presentado alguna denuncia por los hechos.