Aprovechar la inteligencia

Igual que los niños con problemas de aprendizaje necesitan medidas educativas específicas para rendir adecuadamente, lo alumnos con alta capacidad intelectual también requieren un tratamiento diferenciado.

Por un motivo: el niño que recibe sistemáticamente una educación por debajo de sus necesidades acaba por aburrirse, y si se aburre se desmotiva, y si se desmotiva acaba por ser incapaz de desarrollar el gran potencial intelectual que tiene y, aún más, generar pereza intelectual.

No hay un censo de alumnos con alta capacidad intelectual. Pero distintos estudios señalan que en torno al 3% de los alumnos tienen una edad mental de, al menos, dos años por encima de su edad cronológica. Esto quiere decir que son niños a los que se les está enseñando la regla de tres cuando están en condiciones de aprender integrales.

Son niños inquietos, curiosos, con un vocabulario muy rico. Hacen preguntas de adultos. Sus competencias están suficientemente apartadas de la media de su grupo de edad para que la escuela no esté respondiendo a su capacidad cognitiva. El 50% se desmotiva, según un estudio de la Universidad Complutense.

Este mismo informe -titulado Superdotación y adolescencia. Características y necesidad en la Comunidad de Madrid- señala que esta desmotivación hace que el 17% de los niños con alta capacidad intelectual suspenda y que el 48% saque buenas notas, pero no especialmente brillantes.

El sistema educativo actual está organizado en función de la edad de los alumnos y no de sus capacidades. "Esto significa que el sistema educativo asume que todos los niños de la misma edad tienen las mismas necesidades", explica Javier Tourón, profesor de la Universidad de Navarra y presidente del Consejo Europeo de Alta Capacidad. "Y a los niños capaces de aprender más rápido debemos adecuarles su velocidad de aprendizaje", añade.

Hasta ahora, estos alumnos sólo podían avanzar un año en primaria y otro más en secundaria. Sin embargo, un real decreto aprobado en julio por el Gobierno del PP señala que se podrá avanzar hasta tres años en la etapa obligatoria (primaria y ESO) y uno más en la no obligatoria.

Salto complicado

Pero el sistema de gestión de salto de curso es complicado. Requiere de una serie de documentación (académica, de currículos, etc.) que es "complicadísimo" conseguir. Además, cada comunidad autónoma lo enfoca de manera distinta. Sólo en la Comunidad de Madrid, unos 200 alumnos van por encima del curso que les corresponde.

Otros alumnos sólo necesitan un programa curricular que se adapte a sus altas competencias. "Actualmente, el sistema educativo está diseñado en espiral. Está cargado de ejemplos, es repetitivo, se solapan conocimientos con otros...", dice Tourón. "Y los niños con alta capacidad intelectual necesitan un sistema de enseñanza mucho más lineal. Que sea global, más rápido, con menos ejemplos y más ideas principales y de fondo. A estos alumnos hay que plantearles conclusiones abiertas y situaciones ambiguas...", agrega.

La excepcionalidad de las medidas educativas que necesitan estos niños viene dada por la excepcionalidad de su capacidad. De esta manera, especialistas y padres vienen pidiendo hace tiempo todo tipo de medidas que se adapten a estos chicos: currículos flexibles en los que los alumnos puedan avanzar a su ritmo; enriquecimiento de las asignaturas con otras materias o con desarrollos más amplios; programas de creatividad e investigación...

En otros lugares ya se hace. Los países más desarrollados son los que atienden a este tipo de alumnos de manera más eficaz. En Inglaterra existen hasta 500 academias de verano para atender a niños con alta capacidad. En Alemania, las escuelas tienen programas específicos para atender a estos niños. Y en Estados Unidos existen medidas de enriquecimiento del currículum, salto de curso e incluso iniciativas para que los alumnos participen en programas de investigación universitarios aunque sigan estudiando en la escuela.

Hay que tener en cuenta que los alumnos con alta capacidad intelectual demandan aprender siempre. Aunque sus intereses no coinciden con los académicos. "Pero hay que desterrar el mito de que son niños que aprenden sólos, que no hace falta ayudarles", señala la profesora de Psicología de la Universidad Complutense, experta en niños superdotados y una de las autoras del citado informe, Luz Pérez.

Sin embargo, en demasiadas ocasiones los docentes de primaria y secundaria no es están formados en esta materia. Aun así, teóricamente corresponde al profesor del aula sacar el máximo rendimiento de estos chicos, pero la situación se les escapa de las manos y no saben cómo hacerlo.

Por este motivo, algunos especialistas son partidarios de que se creen centros de alto rendimiento intelectual, del mismo modo que ya existen centros de alto rendimiento deportivo. "Sé que los llamados colegios de élite tienen riesgos, pero los altísimos rendimientos se obtienen en estos centros", asegura Luz Pérez.

En todo caso, dicen los expertos, "no es el niño el que tiene que adaptarse a la escuela, sino la escuela al niño". Y, añaden, "la sociedad debe entender que la alta capacidad intelectual no es ningún problema, como han asegurado muchos. Sólo es un problema cuando se desatiende", subraya Tourón. "Se están desaprovechando cerebros".