Renault lanza el nuevo utilitario Logan por 5.000 euros

La firma automovilística Renault ha presentado esta semana en París un nuevo hijo que lleva varios años gestando y al que finalmente ha bautizado como Logan. Su nombre de desarrollo era X-90 y pocas veces la aparición de un nuevo modelo de automóvil, que costará alrededor de 5.000 euros, se ha hecho tanto de rogar.

Dacia era el fabricante rumano de automóviles de la era soviética que en sus últimos años construía bajo licencia modelos Renault, fundamentalmente el R-12, que conforma gran parte del paisaje urbanístico de sus calles y ciudades. En 1999, la marca francesa aprovecha estas sinergias para adquirir la fábrica de Dacia y dar inicio a la crónica anunciada un año antes sobre la fabricación del coche de 5.000 dólares con impuestos y costes de comercialización incluidos.

La puesta en circulación del euro y la paridad con el dólar durante sus primeros tiempos les llevó a mantener el precio en la moneda europea. El nuevo modelo Logan de Renault va destinado fundamentalmente a los mercados del centro y el este europeo.

Economía de escala

Algunos de los principales competidores de la marca francesa insisten en señalar que no es posible fabricar un coche en Europa con las exigencias y los niveles de calidad mínimos del mundo occidental a ese precio. Si a esto se añade que debe tener cabida para cinco personas, con un maletero suficiente, capaz de soportar un uso amplio en una red viaria como la de estos países y temperaturas muy diversas, las cosas se complican aún más. Por ello, varias firmas del sector han dicho que no es de extrañar que los modelos más equipados del Logan se sitúen en torno a los 8.000 euros.

En Renault recuerdan la importancia de la economía de escala que supone la utilización de la misma plataforma que el Nissan Micra, el Renault Modus y el nuevo Clio, junto a otro tipo de sinergias con estos modelos.

De cualquier manera, las ventas han de ser importantes para justificar unas inversiones que se acercan a los 1.000 millones de euros, la mitad de los cuales corresponden a las instalaciones adquiridas a Dacia, que han tenido que someterse a una importante renovación, ya que se encontraban en condiciones semejantes a las de los años 50 y 60 en la Europa Occidental.

El presidente de Renault, Louis Schweitzer, insiste, en todo caso, que no se trata de un nuevo Lada, sino de una nueva saga que se completará con todas las versiones que solicite el mercado.

Además, será una baza importante para lograr su objetivo de pasar de los 2,3 millones de Renault fabricados en 2003 a los cuatro millones que esperan producir en 2010, entre los que supondrán un porcentaje significativo los 700.000 Logan.