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Reportaje:

Aluvión de artistas en la Ciutat del Teatre

Muestras de todas las disciplinas teatrales animaron la sesión inaugural de la Marató de l'Espectacle

Buen rollo, pásalo. Con ese reclamo podría describirse el ambiente sandunguero de la 21ª edición de la Marató de l'Espectacle, el festival de las artes escénicas celebrado este fin de semana en Barcelona, en la Ciutat del Teatre de Montjuïc. Los espectadores hicieron la vista gorda a la calidad ondulante de las compañías que participaron en el acto. Buscaban, sin más, un poco de diversión, y la tuvieron. La jubilosa acogida de algunas propuestas permite dar la misión por cumplida.

El Mercat de les Flors y la plaza de Margarida Xirgu acogieron durante la noche del viernes y del sábado un aluvión de artistas de disciplinas dispares. Circo, música, cabaret, teatro y danza se sucedieron sin pausa en los escenarios. Mayor calma se respiraba en el Espai Lliure, sala destinada a proyectar gratuitamente un centenar de trabajos audiovisuales. No fueron pocos los que aprovecharon el sosiego para echar una cabezadita. El breve descanso les servía para alargar la fiesta con nuevos bríos.

A la jornada inaugural de La Marató de l'Espectacle acudió bastante público, pero sin agobios. Eso sí, el suficiente para que los humoristas tuvieran material de sobras para lanzar sus pullas irónicas contra el Fórum, algo que era de esperar. "Aquí hay más gente que en el Fórum, ¿no?", se oía una y otra vez.

Entre las notas recurrentes de la primera entrega de la cita teatral, destacó la omnipresencia de los grupos de rap, hip hop y break dance. Era difícil no toparse en toda la velada con una comparsa de jóvenes fornidos que daban brincos inverosímiles y giraban sobre sí mismos apoyados en las partes más impensables de su cuerpo. Los ejercicios acrobáticos de la compañía Barcelona Addictos, especialistas en este tipo de baile de tribus urbanas neoyorquinas, causaron furor en la sala Maria Aurèlia Capmany del Mercat de les Flors.

En la sala Sebastià Gasch, ubicada en el piso superior del mismo recinto, el ritmo era menos agitado. La afluencia a este espacio, con un aforo de 80 personas, en el que se representaban montajes de pequeño formato, fue constante. Ronda de amores tristes abrió el ciclo de funciones minimalistas: una dulce cuentacuentos ocupó la escena para explicar la pasión infeliz entre una ninfa y un humano. El espectáculo, a ratos algo empalagoso, recordaba a aquellos programas infantiles de la época de Rosa León. La narradora decía cosas de este estilo: "Horacio tenía el habla deliciosa de una flauta".

A pesar de los esfuerzos de la organización por cumplir el programa según lo previsto, los desajustes fueron inevitables. Los números del Mercat de les Flors acumularon hasta una hora de retraso el primer día. Por el contrario, los de la plaza de Margarida Xirgu se ejecutaron con una puntualidad estricta. Allí fue donde se concentró el jolgorio popular. La plaza era, además del punto de encuentro, el lugar en el que se colocaron los puestos de comida y de bebida, que no daban abasto para llenar vasos de caipirinhas y mojitos. El apartado en el que el público podía probar sus habilidades circenses con los juegos malabares atrajo también a muchas personas.

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La compañía de danza Elle-ktra recibió en el escenario exterior los primeros grandes aplausos de la noche con la parodia de una lección de ballet. "¡Qué currao. Muy bonito!", exclamó una espectadora. Entusiasmo que se repitió con la actuación del conjunto musical Vilna Kabarett, otro de los grandes éxitos de la madrugada del viernes. La cantante de este grupo bohemio interpretó con voz enérgica y comicidad acertadísima una serie de tonadillas cabareteras de distintos países europeos.

Menos memorable fue el primero de los recitales que se escuchó en la plaza de Margarida Xirgu a cargo de un trillado crooner hispánico que desgranó un repertorio poco afortunado de boleros y pasodobles: "¿Dónde estás corazón? No oigo tu palpitaaaaaar", cantaba a las señoras con gesto arrebatado. "¿Os ha gustado? Pues si canto la de la vaca lechera, ya veréis", añadió.

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