IU expedientará al diputado regional de Madrid que se niega a dejar el escaño

El parlamentario de IU en la Asamblea de Madrid Miguel Reneses se negó ayer a dimitir de su cargo, como le exige la ejecutiva regional del partido tras descubrirse que había acudido a un viaje oficial a Francia acompañado por una supuesta asesora de prensa. El partido le dio a Reneses un plazo de 48 horas para que renunciara a su condición de diputado, plazo que venció ayer a las tres de la tarde.

El coordinador regional de IU, Fausto Fernández, aseguró que "se procederá a su separación cautelar del grupo parlamentario y de sus funciones dentro del mismo (portavoz adjunto y coordinador) y se le abrirá un expediente disciplinario dentro del partido" que puede desembocar en la expulsión de la formación política. Reneses argumentó su negativa a dejar el escaño en que la decisión aprobada por la comisión ejecutiva carece de efectos jurídicos, puesto que según los estatutos del partido no es el órgano competente para hacer tal solicitud.

Además, Reneses solicitó a la consejería de Transportes e Infraestructuras madrileña, organizadora del viaje al que acudió acompañado, que le facture el importe del traslado y la estancia de su acompañante, una auxiliar administrativa interina de la diputación de Toledo llamada Victoria Rodríguez. Fausto Fernández no descartó ayer la posibilidad de apartar definitivamente a Reneses del grupo parlamentario de IU.

En el caso de que Fernández decida apartar totalmente a Reneses del grupo parlamentario de IU, como permite el reglamento de la Asamblea de Madrid, la presidenta de la Cámara, Concepción Dancausa (del Partido Popular) tendría que integrarle directamente en el grupo mixto. Reneses manifestó ayer que "bajo ningún concepto" se integrará en el grupo mixto porque él no es "un tránsfuga".

El pasado jueves se celebró una sesión plenaria en la Asamblea de Madrid a la que el parlamentario de IU no acudió. El próximo pleno está previsto para el día 10 de junio, fecha señalada en la Asamblea porque se cumplirá un año de la espantada de los dos parlamentarios tránsfugas del PSOE, Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez, que impidieron a la izquierda formar gobierno.