Humor y luz

Dos exposiciones en Vigo nos presentan siete perspectivas muy distintas representadas por otros tantos jóvenes artistas. La galería Adhoc inaugura su nueva sede con una muestra colectiva de cuatro creadores españoles -Chelo Matesanz, Xoán Anleo, Juan Carlos Román y Josep María Martín- y dos mexicanos -Silvia Gruner y Artemio- cuyo único elemento en común es que presentan obras que cuentan con un indudable componente irónico en su gestación y desarrollo. Vídeos, cuadros, instalaciones, fotografías y esculturas reproducen situaciones como la escena de amor entre dos vasos de agua en el vídeo de Silvia Gruner, o se atreven con uno de los más viejos artificios del humor, la suplantación. Esto sucede en la obra de Artemio, que no duda en poner la voz del inquietante personaje interpretado por Marlon Brando en Apocalypse Now al dibujo animado de un osito, para convertirlo en un perverso producto de animación.

Ajeno al humor y la ironía, el artista gallego Álvaro Negro expone en la Fundación Laxeiro dos videoproyecciones en las que reflexiona sobre la luz y su comportamiento temporal y espacial. El claroscuro es el único protagonista de la acción en los vídeos Battersea Station y Sombra de bodegón. En este último la imagen de un vaso se desplaza al ritmo de la temporalidad solar hasta quedar casi totalmente disuelto en la oscuridad de la sombra. Acostumbrados a la indigestión de imágenes del mundo actual, el artista propone un cambio de escenario para volver a disfrutar del placer de la contemplación de la luz. Las otras dos fotografías que completan la muestra buscan como contrapuntos a la luz el color y la escala al clarosocuro de las proyecciones en el espacio arquitectónico de la sala. La evolución de Álvaro Negro desde la pintura hacia la fotografía y el vídeo es consecuencia de su preocupación constante por el tratamiento plástico de la luz, desde la tradición occidental del claroscuro hasta la cultura visual contemporánea.