"Queremos que no haga falta vivir en Madrid para hacer cine"

Antonio de Cos (Cádiz, 1978) es estudiante de Historia y alumno de la Escuela de Cine de Puerto Real, así como uno de los impulsores de la revista digital Cinecadiz.org. En la citada localidad gaditana acaba de concluir el rodaje de Por las venas de la noche, un cortometraje escrito y dirigido por De Cos, producido por Yolanda Torres, Juan Fernández y la propia Escuela.

P. ¿Cómo surgió este proyecto?

R. El guión, una historia sobre el amor y la soledad, tomó forma en Sevilla, hace dos años. Quise entonces hacerlo con dos amigos, pero no pudo ser. En la Escuela, Yolanda Torres se interesó por él y me propuso realizarlo dentro del marco académico. Salvo el director de fotografía, todo el equipo está compuesto por alumnos.

P. ¿Qué sintió cuando gritó ¡acción! por primera vez?

R. Mucha responsabilidad y también orgullo de ver cómo algo que se ha ido elaborando poco a poco se materializa al fin en esa voz.

P. ¿Es el corto un entrenamiento para el largo?

R. No creo que se deba considerar como tal, al igual que el relato no tiene por qué ser el paso previo a la novela. Creo que debería apoyarse más la creación de cortos como género con personalidad propia. Aunque siga siendo cine, es un formato distinto y responde a otras formas de expresión.

P. Hay quien cree que lo bueno, si breve, dos veces breve.

R. En general lo bueno, si dura, mejor. Así que pasen mil años.

P. ¿Internet perjudica o favorece al cine?

R. En mi caso creo que favorece, porque busco conectar con cuanta más gente mejor, poder enganchar al público más amplio posible. Y para eso Internet ofrece un tráfico de creación maravilloso.

P. ¿Es esa la intención de la página en la que colabora?

R. Queremos que en Cádiz, y en Andalucía en general, se forje una industria cinematográfica. Que no haga falta vivir en Madrid para hacer cine. Aquí tenemos historias, escenarios y personal cualificado de sobra.

P. De seguir en las condiciones actuales, ¿hacia dónde camina el audiovisual andaluz?

R. Soy optimista, pienso que, con el apoyo necesario, se pueden hacer muchas cosas. La película de Carbonell, Atún y chocolate, es un ejemplo. Y ahí están los festivales de Alcances, Málaga, Huelva, Almería...

P. ¿Y el público?

R. Es un factor fundamental y tiene que poner de su parte. Pero estoy convencido de que, si se hacen buenas historias, el espectador conecta con ellas. Está preparado para que los cineastas andaluces se las pongan por delante.