Juicio contra dos policías de Granada por supuestas agresiones durante una fiesta
Tres agentes de la Policía Local de Granada se sentaron ayer en el banquillo de la Audiencia acusados de, supuestamente, agredir a dos jóvenes durante la Fiesta de la Primavera de 2002. Los policías negaron los cargos y los denunciantes se reafirmaron en sus denuncias.
Javier Hernández, uno de los jóvenes, declaró que fue detenido a golpes por hacer una foto de lo que ocurría. Manuel Collado, el otro joven, afirmó que recriminó a los agentes por esta conducta, pero que no les insultó. Los acusados, por su parte, acusaron a los denunciantes de haberles insultado y arrojado una lata de cerveza.
La actuación de la Policía Local de Granada se produjo durante una gran concentración no autorizada en el Paseo de los Tristes, el 15 de marzo de 2002.
El de ayer no fue el único juicio por esta actuación. El pasado mes de octubre, una sentencia exculpaba a cinco agentes de una falta de lesiones y, poco después, seis jóvenes eran declarados inocentes de la acusación de alteración del orden.
Los agentes juzgados ayer dijeron que sólo informaron a los asistentes de las molestias que causaban y que actuaron de forma correcta y legal. El abogado de los acusados, Jorge Fernández, dijo que sus clientes "cumplieron con sus obligaciones, dentro de la ley, e hicieron lo correcto porque se había cometido una infracción penal contra ellos".
La versión de los denunciantes el radicalmente distinta. Javier Hernández relató: "Tras una carga policial grande y bruta, comencé a hacer fotos y me quitaron la cámara, me rompieron la barbilla de un puñetazo". Manuel Collado reconoció a uno de los acusados como el agente que le persiguió con una porra y dentro del furgón policial le "escupió" y le "tiró las gafas".
Andrés Quesada, el padre de otro joven que supuestamente fue agredido por uno de los agentes acusados, afirmó que cuenta con fotos que demuestran la agresión a su hijo.
El Fiscal pide para los agentes cinco años de prisión y tres de inhabilitación por coacciones, un delito contra la integridad moral, lesiones y daños. La acusación particular ve dos faltas de lesiones, pero añade detención ilegal. La defensa solicita la libre absolución.
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