El rey Juan Carlos respalda las posiciones de Siria en el conflicto de Oriente Próximo

El Rey dio anoche un espaldarazo a las posiciones de Siria en el conflicto de Oriente Próximo, a pesar de las acusaciones de apoyo al terrorismo que regularmente vierten contra ese país las autoridades de EE UU y de Israel. "España comparte con Siria el convencimiento de que la paz sólo puede llegar por la vía de una solución global y justa. En nuestras posiciones tenemos siempre presentes los intereses de Siria", afirmó el Monarca.

El Rey pronunció estas palabras durante el brindis de la cena de gala en el Palacio Real que ofreció al presidente sirio, Bachar el Asad, que inició anoche en Madrid su segunda visita oficial a España. La primera, en mayo de 2002, tuvo como peculiaridad que fue también la primera a un país extranjero realizada por el joven sucesor de Hafed el Asad, su padre.

El presidente sirio por su parte expresó su deseo de que "las circunstancias sean propicias para un nuevo arranque del proceso de paz" en Oriente Próximo. Ese proceso, añadió, se podría iniciar con "la eliminación de los obstáculos y trabas puestos en su camino y con la aplicación de los principios plasmados en el marco referencial de la conferencia de Madrid". Según Bachar el Asad, se deberían ampliar las corrientes que apoyan la paz frente a las extremistas. El presidente sirio evaluó positivamente "las objetivas posturas de España frente al conflicto árabe-israelí, así como su insistencia en la aplicación de las resoluciones internacionales".

Si el nuevo presidente prefirió Madrid, incluso sobre París, antigua potencia administradora y referente básico de las autoridades sirias, fue porque pensaba que España podía ayudarle a salir de una coyuntura internacional difícil.

Los Reyes correspondieron visitando Siria el pasado octubre, cuando los ataques de Washington arreciaban e incluían acusaciones de complicidad con los restos del régimen de Sadam Husein.

La llegada de Asad a Madrid, apenas seis semanas después de la toma de posesión del nuevo Gobierno, indica que su interés por la relación bilateral va mucho más allá de la capacidad de apagafuegos en Oriente Próximo que se atribuía José María Aznar por su relación especial con Washington.

Desde la visita de octubre se observa un cambio de lenguaje del Rey, que hace siete meses puso más énfasis en advertir a Asad de que debía cooperar intensamente en la lucha por el control de las armas de destrucción masiva. Ayer, el Monarca no pasó de proclamar que "todos debemos trabajar hasta erradicar para siempre el terrorismo y cooperar muy estrechamente para que deje de quebrantar vidas y sembrar tanto dolor y sufrimiento".

En relación con la situación en Irak, primera preocupación de Siria por ser país fronterizo, el Rey recordó que "España ha expresado una voluntad decidida de contribuir activamente a la reconstrucción de Irak, conforme a su compromiso firme de solidaridad con el pueblo iraquí". "Su futuro no puede ser sino el de un país independiente y soberano, en paz con sus vecinos y cuya integridad territorial sea siempre mantenida. España está convencida de que las Naciones Unidas deben involucrarse y ocupar una posición central en la búsqueda de esa solución".

Hace siete meses, Asad aceptó retirar un párrafo de su discurso, ya distribuido, en el que se decía que las manifestaciones contra la invasión de Irak expresaban el verdadero sentimiento de los españoles. El Rey alabó, por otra parte, los esfuerzos de Asad por la reforma democrática de su país y confió en que la pronta firma de un acuerdo de Asociación de Siria con la UE acelere ese proceso.