Aparcamientos privilegiados
Mi condición de ciudadano, con domicilio en Gibraleón, no me deja otra salida que denunciar la poca colaboración que presta para con los comerciantes de la zona centro el Ayuntamiento de esta localidad. Nos situamos en la Plaza de Ramón y Cajal, señalizada para la carga y descarga en el horario comercial. Pues bien, esta vía pública está siempre ocupada por vehículos aparcados en dicha zona propiedad de ciudadanos que habitan en la misma o su entorno, haciendo imposible desarrollar libremente el trabajo diario de todos los establecimientos.
Particularmente, en nuestro negocio familiar de muebles, la carga y descarga es difícil, por el volumen y peso de los artículos. Se le ha dicho en varias ocasiones a la Policía Local cuando tenemos que cargar o descargar para que habiliten espacio para ello y hacen caso omiso a las llamadas.
Lo más denigrante de todo ocurrió el pasado día 24 de mayo, sobre las doce de la mañana, cuando un camión llegó a nuestro establecimiento a descargar un juego de sofás y tuvo que parar para pedir una carretilla. A la salida del transportista, el agente número 17 de la Policía Local lo estaba denunciando porque, en parte, obstruía el tráfico. El transportista no podía hacer otra cosa si quería descargar pues la zona de carga y descarga estaba ocupada por los de siempre. El agente se ensañó con el transportista de forma poco ortodoxa y, cuando le insinué que lo que tenía que hacer era procurar que estuviese libre la zona de carga y descarga para realizar la actividad sin molestar a nadie, este agente contestó que "eso no era cosa mía".
El coche que en ese momento estaba mal aparcado era propiedad de la esposa del señor concejal de Tráfico del Ilustrísimo Ayuntamiento que, por supuesto, se fue de rositas, al igual que otros que se encuentran con asiduidad en esa zona, dos propiedad de otro concejal del citado Ayuntamiento de Gibraleón. Así es como se interpreta la ley en esta localidad. Existe una especie de rechazo o persecución hacia ciertos ciudadanos, mientras otros campan a su antojo sin que nada ni nadie se lo impida.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.