Huelga en Basauri

Han transcurrido cuatro meses y medio del conflicto de la limpieza de edificios públicos que mantiene a Basauri en una situación desesperada. Por una parte, el personal de la limpieza reivindica una subida salarial, ejerciendo uno de los pocos derechos que nos quedan a los trabajadores, el derecho a la huelga; por otra, están los políticos, de los que esperamos que saquen los problemas adelante, y, en medio, los niños y niñas, que al acudir cada día al colegio se están exponiendo a un montón de riesgos para su salud.

Dicen las leyes que debemos escolarizar a los niños desde los tres años. Me pregunto: con estas condiciones, ¿dónde estarán mejor? Posiblemente, en cualquier otro sitio, pues sólo con ir al baño ya se están exponiendo a muchos riesgos. Y no digamos lo patético que resulta ir a la salida del colegio y ver a niños asmáticos con sus inhaladores para sobrellevar los efectos del polvo.A estos políticos que ganan cuantiosas cantidades y tienen limpio sus lugares de trabajo y sus cuartos de baño les pregunto: ¿irían a trabajar en las condiciones en que van los niños al colegio?

Durante estos días no ha habido acercamiento alguno. Y mientras tanto, los niños siguen ahí día a día, yendo al colegio, preguntando a sus padres por qué esto no se arregla. Muchos se aguantan sin ir al baño hasta que es la hora de salir y marchan a su casa corriendo, porque ya no pueden más y se les hace insufrible entrar en esos baños del colegio. Después de más de cien días ya es hora que se ponga una solución. Los niños se lo merecen. Lo que están viviendo aquí repercutirá en su forma de pensar y de ver la vida. Mientras, los padres y madres daremos guerra para que alguien escuche.