Más de 7.500 alumnos visitan cada día el Fórum de las Culturas de Barcelona

Tres semanas después de la inauguración del Fórum de las Culturas, una cosa está clara: niños y jóvenes -junto con los jubilados- son los auténticos protagonistas, sobre todo en los días laborables. Cada día a las 9.30 un ejército de autocares toman los aledaños del recinto y descargan una media de 7.500 alumnos de primaria y secundaria llegados de todos los rincones de Cataluña. Este espacio barcelonés, de unas 35 hectáreas, es, según Ayoub Laacroussi, de 15 años, "una gran plaza" sobre la diversidad cultural, la sostenibilidad y la paz.

Laacroussi ha venido a visitar el recinto junto con 200 alumnos más de su colegio, el Mare de Deu de la Mercè, de Barcelona. Pero no llegan con lo puesto. Acompañados por 15 profesores, los estudiantes entran en el Fórum con la lección bien aprendida. Y es que en esta escuela llevan desde febrero trabajando de forma transversal y en todas las asignaturas los tres ejes alrededor de los cuales giran todas las actividades, espectáculos y montajes de este encuentro. En clase de literatura han aprendido que en Alicia en el país de las

"Es una gran plaza sobre la diversidad, sostenibilidad y paz", dice Ayoub, de 15 años

maravillas, de Lewis Carroll, hay protagonistas elaborados con materiales desechables como la hojalata, y que en Robin

Hood, de Howard Pyle, se habla de otras formas de distribución de la riqueza.

Además, han hecho el seguimiento de la guerra de Irak a través de la prensa y han conocido otros países a través de las explicaciones de compañeros procedentes de Perú, Marruecos o República Dominicana.

Helena Giménez i Medina es tutora de primero de ESO en esta escuela. Lleva seis años estudiando árabe y ha estado dos veces en Yemen. A través de las clases y su propia experiencia personal, transmite a los alumnos la riqueza de las otras culturas. Y muchos estudiantes la palpan en su visita a exposiciones como Ciudades, Esquinas o Voces. Antes han visto El árbol de la

memoria, un montaje al aire libre de la compañía Comediants. Con un aforo de 2.000 alumnos, los actores, situados en un lejano año 1104, escenifican la reconstrucción de un inmenso vegetal: raíz, tronco, hojas y frutas. El esfuerzo se salda con éxito, pero nada es igual: en realidad es un árbol mecánico. "Es que no nos damos cuenta, pero estamos destruyendo el mundo", razona Laacroussi. Para Ariadna Martínez, otra alumna del Mare de Deu de la Mercè, el Fórum es una oportunidad "para conocer de otra manera lo que estudiamos en clase".

Graciela Calosuno, responsable del plan de escuelas para el recinto, no puede estar más de acuerdo con Martínez. "Los que verdaderamente comprenden y tienen interiorizados los tres ejes del Fórum son los niños y los jóvenes", porque son unos temarios que se trabajan a diario en las escuelas y "son conceptos muy reales" para ellos.

Un ejemplo de esta identificación es la exposición El mundo donde nos gustaría vivir, cuya comisaria es la histórica pedagoga Marta Mata, la actual presidenta del Consejo Escolar del Estado. El contenido de esta muestra ha sido elaborado íntegramente por 20.000 alumnos de más de 1.300 escuelas. La exposición es un gran laberinto en el que, en espacios diferentes, se observan las reflexiones de los escolares sobre la paz, la diversidad cultural y la sostenibilidad. Así, una sucesión de grandes vitrinas con objetos y dibujos elaborados con materiales tan dispares como papel pintado, macarrones, recortes de revista o serrín muestran la variedad de personas, alimentos o viviendas del mundo.

En otro apartado de la exposición, varias pantallas multiplican la imagen de alumnos de diferente procedencia que hablan de sí mismos ante la cámara. Y junto a un señal de tráfico con el símbolo de la paz, unos inmensos letreros recogen frases como Estaría muy bien que las pistolas fueran máquinas de hacer churros.

La organización del Fórum,que ofrece descuentos para la entrada en el recinto a las escuelas, ha elaborado una guía con actividades recomendadas según la edad de los alumnos.