_
_
_
_
_
Crónica:TENIS | Torneo de Roland Garros
Crónica
Texto informativo con interpretación

Carlos Moyà alcanza los cuartos de final

El jugador mallorquín muestra su solidez derrotando en tres mangas a Tommy Robredo

La fase decisiva del torneo de Roland Garros comenzó ayer con un enfrentamiento entre dos tenistas españoles. Carlos Moyà y Tommy Robredo eran dos candidatos al título, hasta que ayer el mallorquín mostró las diferencias que aun existen entre ellos y expulsó del cuadro al de Hostalric. Lo hizo de una forma brillante, basado en dos golpes fundamentales que explota hasta el extremo: su saque y su derecha. Con ellos destruyó toda la resistencia de un Robredo que llegaba con el título de campeón del Godó bajo el brazo, pero que careció de argumentos sólidos para arrebatarle no ya el partido sino la primera manga. En cuatro enfrentamientos, el mallorquín no ha perdido ni un set.

Ayer, le venció por 7-6 (10-8), 6-4, 6-2 en 2 horas y 18 minutos. Moyà es hoy el único español en cuartos de final, a la espera de lo que ocurra en el partido que disputarán Feliciano López y el triple campeón parisino, el brasileño Gustavo Kuerten. Sin embargo, el camino del mallorquín está lleno de dificultades. Su próximo rival será el argentino Guillermo Coria, que es el especialista en tierra batida que ha llegado en mejor forma al torneo, habiendo recopilado en esta superficie un total de 35 victorias y una sola derrota desde que perdió en las semifinales del año pasado. Coria lleva ventaja de 3-2 en los enfrentamientos previos con el mallorquín. Y tiene el ascendente de haberle ganado sin perder ni una manga las tres últimas veces.

El balear sacó a pasear su derecha y su saque en una exhibición de poderío
"Nunca me he sentido bien en la pista. Debo pasar página y aprender de lo que ha ocurrido"
Más información
Un impacto de 195 millones
Feliciano López pierde ante Kuerten y deja solo a Moyá

Sin embargo, Moyà parte de otras valoraciones. Su principal argumento es su juego. Y la regularidad que ha demostrado a lo largo de toda la temporada. Desde su debú en Chenai ha ganado tres torneos (Chenai, Acapulco y Roma), disputado la final en otros dos (Sydney y Buenos Aires), y semifinales en Montecarlo. Un bagaje que no pudo redondear en el Abierto de Australia por culpa de una lesión en un tobillo que le impidió jugar. "Me siento muy sólido", confiesa el jugador. "Jugando a mi mejor nivel, creo que incluso mejor que en 1998 cuando gané el torneo. Ahora soy un tenista más completo".

Lo que pueda ocurrir hasta el final del torneo es aún una incógnita. "Creo que en 1998 gané el torneo en los cuartos de final, cuando superé a Marcelo Ríos, entonces el mejor jugador", asegura Moyà. "Este año puede ocurrirme lo mismo. Quizás Coria no es tan favorito como el chileno entonces. Pero superarle me puede dar confianza y el empujón definitivo hacia la consecución del título". Lo que ya sabemos es que, por el momento, Moyà sólo ha perdido una manga, en la primera ronda frente al holandés John Van Lottum. Ayer, ante Robredo, volvió a contar con toda la potencia de su saque -lo coloca alrededor de 200 kilómetros por hora- y con la velocidad y precisión de su drive. Son armas desequilibrantes, sobre todo en los momentos más importantes, cuando se están jugando los puntos que acaban decidiendo los partidos. Moyà colocó cinco aces y un total de 35 golpes ganadores.

Su saque le ayudó en la primera manga, para colocarse primero con 5-2 y después, ya en el desempate, para salvar el único set-ball de que dispuso Robredo, con 8-7. Era un momento crucial, pero Moyà lo salvó con un punto directo con su primer saque. "Si hubiera perdido el primer set, nada hubiera estado decidido. Estaba dispuesto a ir a la guerra", dijo Moyà. "En realidad, tuve que ganarlo bastante antes, cuando tuve dos bolas de set con 5-2 sobre el saque de Tommy, o después cuando saqué para la manga con 5-3. Pero, la verdad es que también se agarró a la pista y luchó por el set".

Cuando Robredo tuvo conciencia de lo que había perdido, el decorado del partido cambió por completo. Tanto porque Moyà había recuperado ya todo su potencial -su derecha apenas existió durante la remontada del de Hostalric-, como porque Robredo descubrió de golpe que aún le falta un plus para vencer al mallorquín. "Nunca me he sentido bien en la pista. Se ha llevado el primer set y allí se ha decantado el partido. Lo que más daño me ha hecho ha sido su saque, mucho más que su drive. Debo pasar página y aprender de lo que ha ocurrido", señaló Robredo, que sufrió molestias en el adductor izquierdo y pidió asistencia al fisioterapeuta, a mitad del tercer set.

"Nunca logró jugar con alegría", agregó Mariano Monachesi, su entrenador. "Le faltó continuidad. Y tenía la sensación equivocada, de que sus golpes no eran buenos porque Moyà siempre llegaba a sus bolas".

Para muchos, el título se dirimirá en el cuarto de final que disputarán Moyà y Coria. Algunos hombres importantes han desaparecido ya del cuadro como es el caso de Roger Federer, el número uno, o de Albert Costa, que cayó ayer en la tercera ronda frente al belga Xavier Malisse, después de haber tenido dos bolas de partido en el cuarto set, antes de que el partido se suspendiera el sábado con 5-5 en aquella manga por falta de luz. Ayer, Costa sacó para ganar con 5-4 en el quinto set. Pero lo perdió todo: el partido y su clasificación, que caerá el lunes por debajo de los 50 primeros mundiales. La atención estará hoy puesta en lo que sean capaces de ofrecer jugadores del calibre de Marat Safin o Gustavo Kuerten. El brasileño se enfrentará a Feliciano López, que tiene una oportunidad de ser el segundo español en cuartos de final.

Carlos Moyà celebra su triunfo frente a Robredo.
Carlos Moyà celebra su triunfo frente a Robredo.EFE
Albert Costa rompe su raqueta en un gesto de rabia, ayer en París.
Albert Costa rompe su raqueta en un gesto de rabia, ayer en París.EFE

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_