A puñetazos en palacio

La noche de la boda entre Felipe de Borbón y Letizia Ortiz hubo puñetazos en La Zarzuela. Víctor Manuel de Saboya y Amadeo de Aosta, los dos pretendientes al inexistente trono italiano, protagonizaron una escena de violencia tras una cena privada ofrecida por el rey Juan Carlos, y Amadeo acabó recibiendo dos sopapos en el umbral del palacio. El episodio fue relatado al diario La Repubblica por la anciana princesa Olghina di Robilant, una de las invitadas a la cena, y confirmado por el propio Amadeo. El rey de España, al parecer, hizo un solo comentario: "Nunca más".

Víctor Manuel y Amadeo llevaban muchísimo tiempo sin verse. Los dos primos nunca se llevaron bien, y su relación se agrió de forma definitiva cuando el Consejo del Reino, un órgano no reconocido por la República italiana, determinó que el jefe legítimo de la realeza transalpina era Amadeo. Los Borbón sabían de la mala sangre entre ambos, y les asignaron puestos distantes en la cena previa al enlace, en la Almudena y en el banquete nupcial. Pero en la cena íntima (una cincuentena de personas) celebrada en La Zarzuela el mismo sábado 22, como cierre de los festejos, fue inevitable el encuentro.

En realidad, Víctor Manuel y Amadeo ya se habían cruzado de forma fugaz en el vestíbulo del hotel Palace, donde se alojaban, y en esa ocasión se habían comportado civilizadamente: se saludaron y no hubo más. Amadeo debió de pensar que Víctor Manuel, célebre por su carácter asilvestrado, estaba dispuesto a guardar la compostura, y al concluir la cena en La Zarzuela dio al primo un palmetazo amistoso en un hombro y le ofreció una frase amistosa: "Ciao, Vittorio, nos vemos". Olghina di Robilant cuenta que el Saboya, que había bebido algo más de lo razonable, se volvió enfurecido, cubrió de insultos al Aosta y, para resultar aún más expresivo, le dio dos puñetazos. Amadeo, que se mantuvo en pie gracias al apoyo de Ana María de Grecia, cuñada de la reina Sofía, optó por no responder a la agresión. Se volvió hacia María Gabriela, la hermana de Víctor Manuel, y le preguntó: "Pero, Víctor, ¿se da cuenta de dónde estamos?".

Ana María de Grecia y un jeque egipcio fueron a buscar hielo para el rostro de Amadeo, y el rey Juan Carlos soltó, siempre según el relato de la princesa, un bufido: "¡Nunca más!". Amadeo confirmó el incidente a La Repubblica, pero no quiso hacer comentarios: "Digamos que el asunto está cerrado, olvidémoslo", declaró.