La Acadèmia tratará con la Biblioteca Nacional la catalogación del valenciano

La Acadèmia Valenciana de la Lengua (AVL) se dirigirá a la directora de la Biblioteca Nacional, Rosa Regàs, para buscar una solución respecto a la catalogación de libros y "lograr que la denominación valenciano no quede excluida del catálogo", según indica la nota oficial de la institución que se reunió ayer en pleno. Regàs ha anunciado que consultará con los lingüistas la catalogación de los libros escritos en valenciano conjuntamente con los libros catalanes. La directora se ha manifestado a favor de la unidad lingüística, como la comunidad universitaria mundial.

La petición de la Acadèmia partió en el turno de ruegos y preguntas del académico Artur Ahuir, procedente de los sectores secesionistas de la lengua. Fue tomada en consideración, pero se dejó bien claro también que cualquier decisión que se tomara al respecto de la catalogación del valenciano se debería aprobar por el pleno. Entre las diversas posibilidades que existen, quizá una que podría alcanzar el consenso de buena parte de la comunidad científica es, además de la de catalán, únicamente, la de catalán / valenciano.

La propuesta de Ahuir fue apoyada por los miembros de la Acadèmia, que delegó en la Junta de Gobierno para que inicie las gestiones con la directora de la Biblioteca Nacional.

Por otra parte, la AVL también aprobó un protocolo de colaboración con el Instituto Cartográfico de Valencia mediante el que se compromete a corregir los textos de los mapas y a compartir sus bases de datos.

Además, en la sesión de ayer, el vicepresidente de la AVL, Josep Palomero, informó de los actos conmemorativos del Día de las Letras Valencianas, que girarán en torno a la figura periodística y literaria de Martí Domínguez Barberá, sobre quien se editarán libros, cuadernos escolares, una página web, y además se celebrará un concierto a cargo de la Orquesta Municipal de Valencia.

La Junta de Gobierno, previa a la reunión del pleno, ratificó, además, a Josep Lacreu como el único jefe de la unidad de recursos técnicos-lingüísticos, tras la polémica surgida por la intención de la dirección de la Acadèmia de crear dos jefaturas. Esta decisión fue interpretada por Lacreu como una desautorización y se manifestó en contra de ella, al igual que otro técnicos. De este modo, la Acadèmia ha corregido su primera intención.