Una pareja resulta herida grave tras una explosión de gas en su vivienda
El inmueble sufrió daños importantes
Un hombre de 43 años y una mujer de 25 resultaron ayer heridos de gravedad como consecuencia de una explosión de gas en el número 13 de la calle de Calvo Asensio (Chamberí). La deflagración provocó un incendio que afectó a la cuarta planta del inmueble, a la cubierta y al tramo superior de las escaleras. La mujer, con quemaduras en el 50% de su cuerpo, fue trasladada al hospital de La Paz; mientras que su compañero, con el 25% de su cuerpo marcado por las llamas y con quemaduras de primer y segundo grado en el 25%, ingresó en la Unidad de Quemados del hospital de Getafe, según informó un portavoz del Samur-Protección Civil.
Pasaban pocos minutos de las 10.30 de la mañana cuando se oyó una fuerte explosión en la buhardilla del inmueble. Los cristales de las viviendas aledañas se reventaron, y una enorme columna de humo y polvo tiñó la zona. Los vecinos, asustados, abandonaron sus casas apenas sin vestirse. Así lo recuerda Santiago Gil, quien avisó a los servicios de emergencias y atendió al hombre herido. "El señor salió por su propio pie. Estaba aturdido, se perdía en la conversación. Nos dijo que en la casa había una mujer", relata Santiago. En el interior del inmueble -habitado por 16 familias y construido a comienzos de siglo, según los vecinos- yacía consciente la mujer de 25 años, mientras las llamas se extendían por la planta cuarta. "Sólo decía que no podía respirar", recuerda Juan Carlos, uno de los jóvenes que subió a socorrer.
La deflagración provocó importantes daños en el edificio, en el que vivía la pareja y hasta hace poco más de un mes un niño de pocos años. Los bomberos del Ayuntamiento tuvieron que apuntalar la escalera, ante el peligro de derrumbe.
"Fíjate como estoy", dice nerviosa Sara Garrosa, de 22 años, vecina del local derecha del bloque. La explosión le pilló en casa en pijama. "Sólo tuve tiempo de avisar a mi hermana y salir corriendo porque la onda expansiva entró por mis ventanas", relata. Mayte, la vecina de abajo de la casa incendiada, estaba muy conmocionada, y aseguraba que alguna desgracia similar podría haber pasado antes debido a las negligencias de la mujer herida. "Ni a mí ni a mi hijo no nos ha pasado nada de casualidad", decía alterada. Los servicios del Samur tuvieron que atender a algunos inquilinos por ataques nerviosos.
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