El fiscal pide 40 años a un acusado de intentar matar a su mujer e hijos

Un hombre será juzgado la próxima semana por intentar matar a su mujer y los dos hijos de la pareja en agosto de 2002. El fiscal considera que Emilio Núñez Gómez es autor de dos delitos de asesinato intentado, uno de homicidio en grado de tentativa y uno de atentado, además de responsabilizarle de una falta de lesiones. Por cada delito de asesinato intentado pedirá al tribunal de la sección cuarta que imponga 15 años de cárcel. Por el de homicidio en grado de tentativa solicitará nueve años, y por el de atentado 18 meses de prisión. En total, el ministerio fiscal pide 40 años y seis meses de cárcel. Entiende además que cada uno de los dos hijos de la pareja debe ser indemnizado con 180.000 euros, al tiempo que fija la compensación económica para la mujer en 120.000 euros y en 20.998 euros la del policía al que lesionó en el transcurso de los hechos.

María Dolores González llevaba diez años casada y había expresado a su marido, Emilio Núñez, su intención de separarse. El 29 de agosto de 2002, pocos minutos después de las 17.00, se encontraba trabajando en una céntrica joyería de Valencia cuando recibió una llamada de su esposo. La amenazaba con matar a los dos hijos de la pareja, de cuatro y ocho años entonces, si ella no desistía de la intención de dar por finalizada la relación de pareja. María Dolores avisó al 112 y fueron alertadas varias unidades de las policías nacional y local. Al llegar al domicilio, en Benimaclet, los agentes prefirieron quedarse inicialmente en un segundo plano para no provocar una violenta reacción de un hombre que amenazaba con matar a los menores. María Dolores entró sola en la casa, pero no hubo tregua para hablar porque él se abalanzó sobre ella e intentó estrangularla.

Un hombre celoso

La policía y los servicios sanitarios también movilizados actuaron entonces a la vez. El hombre fue reducido, no sin intentar antes quitarse la vida. Uno de los menores fue hallado en la bañera ensangrentado, el otro también presentaba heridas de arma blanca. Tanto la mujer como los pequeños fueron trasladados al hospital Clínico de Valencia. Los agentes que intervinieron en el caso informaron entonces de que la intención del ahora acusado era no sólo acabar con la vida de sus dos hijos sino la de quemar la casa donde había vivido la familia. Y de hecho, las cortinas de la bañera donde fue hallado uno de los niños estaban parcialmente quemadas. El acusado permanece desde entonces en prisión en espera de juicio.

La familia de las víctimas explicó entonces que era un hombre "celoso" que no pudo soportar la idea de que su mujer decidiera separarse de él. Los relatos de nueve testigos y los informes de cuatro peritos será la información de la que en la sala dispondrá el tribunal para fijar la responsabilidad en los hechos y la pena que por ellos corresponde.