"La política de ERC en el Gobierno la debe fijar Bargalló"

Miquel Sellarès (Barcelona, 1946) ha cesado esta semana como secretario de Comunicación del Gobierno catalán como consecuencia de la polémica por el informe apócrifo sobre medios de comunicación y sus desencuentros con el entorno del presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, y con el propio conseller en cap, Josep Bargalló. Vuelve a la fundación gubernamental Centro de Documentación Política y a sus entidades (L'Opinió Catalana, Tribuna Catalana...) para recargar pilas y lanzarse a preparar la campaña de Josep Lluís Carod para 2007.

Pregunta. Su regreso a la Generalitat ha durado sólo cuatro meses. ¿Está decepcionado?

Respuesta. No; me siento liberado. Yo estaba de alguna manera al margen de la política, cansado de la flojera de piernas de la clase política catalana, tratando de aunar esfuerzos de la gente nacionalista. Pero con Carod volví a trempar y me pidió que le ayudara a llevar adelante la oficina de Comunicación. Lo que se me ofreció estaba troceado, pero mi ilusión era estar a su lado.

"Nos equivocamos al aceptar la dimisión de Carod y el tripartito se desnaturalizó"

"El informe apócrifo es un espejo transparente de la política de CiU durante 23 años"

P. Pero Carod dejó muy pronto el Gobierno.

R. Quedé perplejo. Pudo haberse equivocado en algún matiz, pero sólo le pidió a ETA que dejara de matar.

P. ¿No cree que debía dejar el Gobierno?

R. Éste es un país frustrado. De repente, una ola mediática, de los poderes fácticos del Estado, cayó sobre Cataluña. Y a nuestros políticos les temblaron las piernas. Carod presentó la dimisión, lo que le honra. Pero lo que no honra es que el Gobierno la aceptara. Me callé, pero fue uno de los peores días de mi vida.

P. ¿Opina que hoy Carod debería ser aún conseller en cap?

R. ¡Y tanto! No digo que sea planteable hoy, pero nos equivocamos al aceptar la dimisión y se desnaturalizó el tripartito.

P. ¿Y por qué no se fue con él?

R. Carod me cogió dentro de una habitación y me dijo: "Tienes que quedarte". Además, estaba negociando la entrada en la oficina de Comunicación de prestigiosos periodistas. Acepté quedarme por una fase corta.

P. Pero al final se va por el informe apócrifo, ¿no?

R. ¡Esto es una comedia! Ya había dicho que me iría en verano. Incluso di tres nombres para sustituirme, uno de los cuales es Enric Marín. Después pasó lo que pasó, que es increíble.

P. ¿Quién escribió el informe?

R. Es la suma de distintos informes y tiene un autor que, como ya se explicó, nos lo ofreció. No diré quién es. Es un periodista bastante conocido. Lo que no entiendo es que un informe así provoque semejante terremoto.

P. Usted dijo que compartía algunas de las ideas del informe.

R. Parcialmente, yo y la inmensa mayoría de los ciudadanos. No tengo ninguna responsabilidad sobre este papel; pero si se le pasa el bolígrafo rojo, se le quitan expresiones y nombres, se perfilan unas cuantas cosas y se reescribe, no está tan mal. El informe es un espejo transparente de las políticas de CiU. No entiendo por qué lo utiliza. Quedó al descubierto lo que han hecho durante 23 años. Los ciudadanos se enteraron de quién había recibido el dinero, qué influencias había, quién tenía las suscripciones... Para CiU fue un bumerán.

P. Usted ha utilizado palabras muy gruesas contra el PSC.

R. Hay que diferenciar las personas de los partidos. Tengo muchos amigos del PSC. Estoy gratamente impresionado por la política que hace el señor Montilla en Madrid; por el delegado del Gobierno en Cataluña, Joan Rangel; por el portavoz del PSC, Miquel Iceta. No estoy en contra del PSC ni del presidente de la Generalitat, a quien como nacionalista siempre respetaré. Pero a veces en su entorno hay personas que entorpecen.

P. ¿Por qué se ceba en Ernest Maragall?

R. Está trabajando mucho, pero entorpece. Un secretario del Gobierno tiene que facilitar la acción del Gobierno, no controlarla. Lo digo porque quiero al tripartito y quiero que funcione.

P. Alguien puede pensar que con amigos como usted el tripartito no necesita enemigos.

R. Tiene razón. Pero callando no ganamos nada.

P. Plataformas vinculadas a usted informaron incluso de que su entorno pedía la dimisión ni más ni menos que del conseller en cap.

R. Esto fue una jugarreta de los medios de comunicación. Es cierto que un grupo de gente la pidió, pero yo contesté que de ninguna manera. Que [Bargalló] se podía haber equivocado, pero que tenemos el mismo proyecto y el mismo líder.

P. ¿Le ha decepcionado?

R. No. Estoy incluso esperanzado. No estamos hablando de Carod ni de Puigcercós, sino de una persona que hace unos meses regresaba al instituto [de profesor] y de repente hace un triple salto mortal y llega a conseller en cap. Ha hecho lo que ha podido. Además, se ha encontrado con un equipo que él no creó.

P. ¿Quién debe fijar la política de ERC en el Gobierno?

R. Creo que el señor Bargalló; pero hoy el tripartito está desequilibrado. Hay que fortalecer a Bargalló. Le recomiendo que adopte una actitud más rígida respecto al entorno del presidente de la Generalitat.

P. ¿El hecho de que Carod y usted estén fuera del Gobierno no será un factor de inestabilidad del tripartito?

R. Ahora descansaré unos meses... Tenemos que ser solidarios con el Gobierno, el conseller en cap y el presidente Maragall. Pero hay que tener claro que no hay un proyecto único, sino dos.