El alcalde de Parla planea sustituir los autobuses urbanos por un tranvía
Los trenes unirán la ciudad con los nuevos desarrollos urbanos del municipio
El tranvía funcionará en la localidad de Parla a principios de 2007. O al menos ésa es la intención de su alcalde, el socialista Tomás Gómez, que gobierna en mayoría absoluta. Pretende comunicar los puntos más importantes de la localidad a través de este medio de transporte que no contamina. El proyecto, que ya está definido, será aprobado previsiblemente por el pleno municipal antes de fin de año. Después habrá dos años de obras, y en 2007 los parleños verán cómo su actual sistema de autobuses (formado por tres líneas) desaparece para dar paso al tranvía.
Con la puesta en marcha del tranvía, el alcalde de Parla, Tomás Gómez, pretende conectar los puntos neurálgicos de la ciudad: los centros sanitarios, los deportivos, la estación de Cercanías-Renfe, los nuevos barrios y el futuro hospital que se levantará al sur del municipio junto a la A-42 (autovía de Toledo). "El tranvía no contamina. La ciudad está creciendo y este medio de transporte mejorará los problemas de tráfico que tenemos", explica Gómez.
Parla tiene alrededor de 100.000 habitantes y en 2007 llegará, según las previsiones municipales, a los 150.000. El municipio ha crecido en torno al eje de la antigua carretera de Toledo. El aumento de población será posible gracias al desarrollo de los nuevos barrios, entre los que destacan Los Leguarios, La Laguna, Las Américas y Parla Este. En este nuevo barrio creado por un consorcio entre el Ayuntamiento de Parla y la Comunidad de Madrid (11.200 viviendas) empezarán a levantarse edificios a partir del próximo 15 de junio.
Hasta hace 10 años, era posible desplazarse por toda la ciudad andando. Pero Parla es uno de los municipios del sector sur que más ha crecido en los últimos 20 años, pasando de los 56.318 vecinos en 1981 a casi 100.000 en la actualidad.
Muchos coches
El aumento de la población parleña ha traído consigo un inconveniente al que pretende poner solución el uso del tranvía: el incremento del parque móvil y la proliferación de autobuses por todo el municipio. En Parla hay censados más de 40.000 coches, y el número va a crecer. A esos vehículos que llenan las calles hay que sumar los autobuses que discurren actualmente por la ciudad: tres líneas internas, los autobuses que conectan con Madrid y los que unen a Parla con las localidades de Getafe y de Fuenlabrada. "El tranvía modificará esta situación. Las líneas de autobuses que hay ahora desaparecerán. Sólo habrá autobuses para conectar una parada de tranvía con otra", explica el alcalde parleño.
El tranvía, según la previsión municipal, pasará cada siete minutos (cada cinco en hora punta). La línea será circular y habrá 12 kilómetros de vía (8,7 en línea recta) con un total de 21 paradas. Todo el recorrido se podrá realizar en un tiempo máximo de 20 minutos. La red propuesta presenta una traza que forma un anillo y que enlaza la ciudad con los nuevos desarrollos urbanos. El trayecto comenzará en la estación de Cercanías, pasará por el bulevar norte y por el bulevar sur, seguirá por la calle de Juan Carlos I, por Ciudad de las Américas, cruzará Parla Este, discurrirá por un túnel subterráneo para atravesar la carretera Parla-Pinto, subirá hasta la zona norte y terminará donde empezó: en la estación de Cercanías. Este centro de transporte registra al día una media de 35.000 viajes. Además, a la espera del visto bueno del Ministerio de Fomento, hay prevista la construcción de una nueva estación en el norte de Parla para descongestionar la actual.
Cada tren de la línea del tranvía podrá acoger a 245 personas (70 asientos), tendrá dos módulos y estará adaptado para discapacitados. "Caben muchas más personas que en cualquier autobús", cuenta Gómez. Para evitar molestias a los vecinos por donde pase la línea, los trenes llevarán unas plataformas para absorber los ruidos e incluso pasarán por zonas verdes. Habrá un apeadero cada 400 metros y circularán ocho trenes al tiempo, cuatro por cada vía. Además, el Ayuntamiento tiene prevista la creación de calles peatonales en las zonas por donde pase el tranvía para potenciar así el pequeño y mediano comercio.
El Consistorio, que ha tomado como modelo para este proyecto ciudades como Burdeos y Barcelona, tiene previsto que una media de 23.000 ciudadanos utilicen a diario los trenes. El alcalde parleño ha empezado a contactar con el Gobierno regional, del PP, para que éste financie la operación. "Parla fue el único municipio grande del sur que quedó excluido de metrosur. La Comunidad puede subsanar ahora ese agravio apoyando el proyecto, que además dará servicio a Parla Este, un desarrollo donde participa el Gobierno regional", afirma Gómez. En caso de tener un no por respuesta, ¿podría Parla afrontar la inversión sin la ayuda del Gobierno regional? "Sí", contesta tajante el regidor.
El Ayuntamiento prevé que el billete de tranvía cueste igual que lo que vale ahora el autobús: 0, 85 euros.
Proyecto para el norte de Madrid
El tranvía llegó a Madrid en mayo de 1871, tiraban de él mulas y caballos, y su velocidad no sobrepasaba los cuatro kilómetros por hora. Hace tres décadas, el tranvía desapareció de las calles de Madrid.
El primero de los coches eléctricos entró en funcionamiento el 1 de mayo de 1902. Fueron llamados canarios, por su color amarillo. El último tren, de la línea 70, enlazaba la plaza de Castilla y San Blas. Era alargado, con forma tubular y de colores azul y crema. Ese mismo recorrido lo hace ahora una línea de autobuses.
Desde entonces, ha habido muchas promesas sobre este medio de transporte. El ex alcalde de Madrid José María Álvarez del Manzano (PP) aseguró en 1999 que instalaría el tranvía en Villaverde si finalmente allí no llegaba el metro.
El PSOE prometió, en la campaña de las pasadas elecciones regionales, hacer dos líneas de tranvía transversales, norte y sur, y otras dos a lo largo del paseo de la Castellana y la calle de Arturo Soria.
El PP ganó las elecciones y la presidenta regional, Esperanza Aguirre, anunció que también en 2007 (como en Parla) el tranvía uniría los nuevos barrios del norte de la capital (Las Tablas, Sanchinarro y Montecarmelo) donde está previsto que vivan más de 60.000 vecinos. El principal inconveniente de este medio de transporte -el impacto que provoca sobre la circulación y que ha hecho que la mayoría de las ciudades europeas lo hayan retirado- sería subsanado construyendo la línea en paralelo a la circulación de los coches.
IU, por su parte, apuesta por instaurar el tranvía en el anillo olímpico y cubrir así cuatro grandes corredores: desde Aluche hasta Barajas, de ahí hasta los nuevos barrios del norte, del paseo de la Castellana hasta el Parque Lineal del Manzanares y desde Campamento hasta El Pardo.
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