Duro trabajo para Phelps

El trabajo para Michael Phelps en Atenas se antoja difícil. Su examen en Santa Clara ofreció una resultado mixto: ganó la prueba de 100 metros mariposa y salió derrotado en los 200 espalda, donde Aaron Peirsol se impuso con la autoridad que acostumbra. Peirsol, que tiene el récord mundial en la prueba y sólo está a una centésima de la plusmarca en 100 espalda, envió un mensaje diáfano a Phelps: tendrá que hacer la carrera de su vida en Atenas para conseguir la medalla de oro. En 100 mariposa, Phelps se impuso a Ian Crocker, el hombre que le venció inesperadamente en los pasados Mundiales de Barcelona. Pero el veredicto no está claro. Crocker sólo fue superado en los últimos metros. Todo apunta a unas pruebas de selección del equipo olímpico estadounidense. Sólo hay dos plazas por prueba y Phelps pasará graves dificultades en algunas carreras.

La competición de Santa Clara sirvió para ver por primera vez en la temporada a Michael Phelps, el nadador que pretender conseguir ocho o nueve medallas de oro en los Juegos de Atenas, enfrentarse a los dos únicos rivales que le vencieron el pasado año. Crocker lo hizo en el célebre 100 mariposa de los Mundiales de Barcelona, donde se convirtió en el primer nadador que bajó de la frontera de los 51 segundos. Peirsol le ganó durante la primavera en los 200 espalda, prueba donde la progresión de Phelps choca con el poderío del plusmarquista mundial. Peirsol, de 20 años, es un natural de la especialidad. Con 16 años dio todas las señales de su clase en los Juegos de Sydney. Fue segundo en la final de 200 espalda y desde entonces es el mejor del mundo.

Su victoria en Santa Clara fue incontestable. Cobró casi un segundo de ventaja en el paso por los 100 metros y no cedió ante el empuje de Phelps, que nunca pudo acercarse a Peirsol. Los registros fueron notables, aunque lejanos del récord mundial (1m,55.15 segundos). Peirsol se impuso con 1m,56,95s. Phelps terminó en 1m,57.58s. Es difícil pensar en otros nadadores como aspirantes a la victoria en Atenas. La prueba dejó claro que Peirsol, el surfero californiano, es el favorito.

La cuestión es más peliaguda en los 100 metros mariposa. Crocker tiene el récord del mundo y se beneficia del impacto psicológico que consiguió con su triunfo sobre Phelps en Barcelona. También es cierto que la mariposa es el estilo preferido de Phelps, aunque la distancia se le queda un poco corta. Famoso por sus tremendos finales, parece que no tiene las condiciones naturales de los grandes sprinters en las salidas. En Santa Clara, Phelps pasó en tercer lugar por los 50 metros, detrás del croata Draganja y de Crocker, que todavía no ha afinado su estado físico. Acaba de terminar sus exámenes de último año en la Universidad de Texas y está lejos de la irresistible forma que demostró hace un par de meses en los campeonatos nacionales universitarios. Phelps (52,39 segundos frente a 52,56s de Crocker) le alcanzó y le rebasó en los últimos 15 metros.

Lo interesante de la reunión de Santa Clara fue observar a Phelps en un ensayo de lo que serán las pruebas de selección olímpica. El viernes ganó con autoridad en los 400 metros estilos (4m, 14.98s), el sábado participó en los 100 mariposa y los 200 espalda y ayer intervino en los 100 libre y 100 espalda. Por versátil que sea, y estamos ante el más polivalente nadador de todos los tiempos, su calidad no será suficiente si no demuestra una resistencia descomunal a la fatiga física y a la presión mental que le espera. Todo ello unido a unos adversarios como Crocker o Peirsol, que figuran con todo derecho entre los mejores nadadores de todos los tiempos.