La inversión extranjera en América Latina cae por cuarto año consecutivo
La inversión extranjera directa en América Latina sigue en caída libre. Datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) indican que la inversión directa retrocedió un 19% en 2003, hasta 36.500 millones de dólares (unos 30.000 millones de euros). Además de sufrir un cuarto año consecutivo de caída, la región fue la única del mundo que tuvo que aguantar un frenazo durante 2003 en los flujos de capital que se dirigen a la región.
El máximo histórico de 1999, cuando las inversiones directas que desembarcaban en América Latina alcanzaban los 88.000 millones de dólares, ha quedado relegado al pasado. Como mucho la CEPAL, organismo de las Naciones Unidas con sede en Santiago de Chile, espera que en 2004 los niveles de inversión directa en la región se mantengan estables.
El desplome de la inversión extranjera directa, que se refiere a la implantación de empresas o a la participación en ellas y que no incluye los flujos de capital hacia instrumentos financieros como bonos o acciones, es la secuela de la caída en los flujos de capital hacia Brasil y México. Estos dos países representan el 55% del total de la inversión que se dirige al continente. Los dos países sufrieron fuertes descensos. México experimentó una caída del 30%, mientras Brasil vio reducirse las inversiones en su territorio un 52%. En el caso de Argentina, las inversiones se mantuvieron en 1.103 millones de dólares, un leve ascenso con respecto a los 775 millones que se invirtieron en 2002, pero todavía muy por debajo de los 10.000 millones que llegó a acaparar hace cuatro años.
Michael Mortimer, de la CEPAL, explica que el desplome económico de Argentina en 2002 y los problemas en las tarifas y regulaciones que están enfrentando al Gobierno del país suramericano con empresas extranjeras han jugado un papel decisivo en la caída de las inversiones en la región. El analista de la CEPAL indica que los problemas entre Argentina y las empresas extranjeras ha contagiado a Brasil, que ahora parece un destino menos atractivo para los inversores.
Las razones por el retroceso de México, sin embargo, están relacionadas con la competencia a la que se tiene que enfrentar por parte de China. Mortimer señaló que China es cada vez más atractivo para los inversores extranjeros y rival directo de México en la industria automotriz y textil. Las inversiones españolas en México, sin embargo, se multiplicaron por cinco en 2003, aunque sólo representa el 6% de la inversión total que recibió el país. En Mercosur (Uruguay, Paraguay, Brasil, y Argentina), la inversión española representa el 25% del capital que se invertido en la región.
La CEPAL también subrayó que a pesar de que la inversión extranjera se ha frenado, los dividendos que las empresas obtienen de sus inversiones se han mantenido estables entorno a unos 20.000 millones de dólares.
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