El Tau marca el territorio
Como los grandes jefes, el Tau marcó pronto el territorio. Bajo los aros, nada que hacer, y en el resto, a discutir como mandan los cánones. Tú veras, yo veré, y en esa dinámica, un equipo de Ivanovic tiene las de ganar porque la relajación está prohibida, porque la tranquilidad es un delito, aunque a veces su equipo se tome algunas licencias. Así que el Tau, fiel a Ivanovic, marcó el territorio desde un principio, sin perder un segundo, con un porcentaje de acierto espectacular y un nivel de agresividad que ya se le supone al equipo vitoriano.
Desde el principio se vio que el encuentro era desigual, como si alguien se hubiera inventado un cinco contra uno, es decir, todo el Tau contra Patterson, el único estudiantil que sabía lo que importaba el partido, el único que dominaba las jugadas de ataque ante la desatención del resto. El Tau encestaba todo lo que tenía y cogía todo lo que no encestaba Patterson. Tan desigual era la cosa que el Tau acumuló parciales de éxito que quizá le envenenaron la actitud. Con 26 puntos de ventaja en el descanso, la tentación de la siesta fue irreductible. El Tau, fiel a su costumbre, malgastó el tercer cuarto, como si no valiera para nada. Un tránsito que le permitió al Estudiantes crecer a poco que Patterson se vio saludado por sus compañeros. Ahí surgieron Miso, Reyes y compañía para poner el partido en su sitio, a una distancia razonable para que cada cual creyera en el partido. El Estudiantes recortó 17 puntos con una actitud encomiable.
TAU VITORIA 87 - ESTUDIANTES 76
Tau: Calderón (13), Macijauskas (27), Nocioni (8), Splitter (2) y Scola (13) -quinteto inicial-; Vidal (3), Betts (2), Gabini (2), Prigioni (17).
Estudiantes: Brewer (2), Miso (9), Iturbe (7), Jiménez (8), Reyes (8), -quinteto inicial-; Azofra (8), Loncar(8), Jasen (6), Patterson (20).
Parciales: 30-18, 28-14, 9-26 y 20-18.
Árbitros: Mitjana, Martín Bertrán y Perea. Expulsaron por las cinco faltas personales al jugador del Tau, Betts.
Lleno en el Pabellón Fernando Buesa Arena de Vitoria. 9.000 personas. Unos 200 seguidores del Estudiantes, La Demencia, en las gradas.
Pero el Tau tiene un arma que no se mide en cantidad, sino en calidad. Cuando el partido se atasca, se complica, aparece Macijauskas para levantar el marcador y la autoestima. El lituano es, sobre todo, un jugador providencial, el únco capaz de superar el síndrome del tercer cuarto, con las canastas adecuadas, con el impacto anímico de jugador imparable. Y así ganó el Tau. Por sus puntos oportunos, por su defensa adecuada. Lo previsto.
También ayer, el Bilbao Basket se convirtió en nuevo equipo de la Liga ACB al ganar el tercer partido de su serie semifinal de la LEB al León Caja España por 55-71. En la otra, el CAI Zaragoza sufrió para forzar un encuentro más ante el CB Granada.
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